Participante del estudio durante una de las mediciones en la fase de entrenamiento | Ramón J. Gómez |
MCarmen Alabort enero 28, 2015 UMH Sapiens
Un estudio pionero en España
Palau dels Esports UMH | Alicia de Lara |
Los resultados evidencian que al ganar en fuerza se reduce en fatiga
La esclerosis múltiple tiene tres formas clínicas, es decir, puede presentarse de tres maneras diferentes. La más común es la remitente recurrente (EMRR), que afecta a un 80% de pacientes con esta patología y en la que los síntomas se presentan en forma de brotes. Estos son alteraciones neurológicas en las que aparece algún síntoma de forma muy intensa, dura unas semanas y luego desaparece. El problema es que “con el tiempo, van dejando secuelas neurológicas, y las personas que se recuperaban dejan de hacerlo”, asegura el neurólogo Rafael Arroyo. Las demás formas clínicas son progresivas: el paciente que sufría brotes deja de tenerlos y empieza a padecer secuelas progresivas, esto le ocurre a un 50% de los pacientes con EMRR, o nunca manifiesta ninguna alteración, sino que va progresando la enfermedad lentamente desde el principio, esta es la forma menos frecuente, en torno a un 10% de los pacientes diagnosticados la padecen.
Tratamientos y terapias complementarias
Dado que el origen y la cura de esta enfermedad son desconocidos, los tratamientos existentes están destinados a paliar los síntomas y frenar los brotes, cuyas secuelas neurológicas pueden llegar a causar discapacidad. En los últimos años se ha avanzado de forma significativa en la búsqueda de fármacos que modifiquen la evolución natural de la enfermedad. Otros tratamientos están orientados a mejorar el día a día del paciente. Existen fármacos utilizados para disminuir algunos síntomas de la enfermedad, medicamentos contra la ataxia (inestabilidad al andar) o contra la rigidez muscular, así como tratamientos rehabilitadores mediante la fisioterapia.
La segunda intervención se orientará al trabajo de estabilidad
Palau dels Esports UMH | Alicia de Lara
Ramón J. Gómez y Raúl Reina han dado un paso más en la mejora de la calidad de vida de personas con esclerosis múltiple. Los resultados de su estudio evidencian que se puede mitigar la fatiga con un programa de entrenamiento físico adecuado, por lo que resulta un buen tratamiento complementario a la medicina. “Continúo haciendo ejercicio y volvería encantada a una segunda intervención, porque el apoyo de quienes sufren lo mismo ayuda muchísimo en esta enfermedad”, asevera la participante del estudio Gema Pizana. Y como ella, muchos de los participantes ya han preguntado a los investigadores si van a seguir con el programa.
Ramón J. Gómez señala que entre sus frentes abiertos está acabar con la redacción del estudio y realizar el análisis cualitativo: “Ya estamos diseñando el segundo programa con otro tipo de entrenamiento”. Raúl Reina precisa que la segunda intervención se orientará al trabajo de la estabilidad del tronco y al de entrenamiento de potencia, “para ver si un programa de estas características nos permite identificar signos diagnósticos, que complementen a las escalas de evaluación actuales, y también mejorar su calidad de vida en cuanto al equilibrio”.