Fecha de publicación: 16/07/2014
Las terapias complementarias pueden aportar diversos beneficios a las personas con esclerosis múltiple. En muchas ocasiones, sirven como complemento de las terapias convencionales; otras, suponen una alternativa al enfoque tradicional. Entre un 50 % y un 75 % de las personas con EM utilizan o han utilizado alguna vez este tipo de tratamientos que, en la mayoría de casos, han mostrado beneficios en el paciente. ¿Cuáles son estas terapias y en qué pueden ayudar?
A continuación, se exponen las terapias complementarias más comunes, especificando los aspectos y síntomas de la EM que tratan:
Acupuntura
Trabaja la energía del cuerpo, la mente y el espíritu, mediante la perforación de la piel con unas agujas muy finas. Muestra beneficios en el alivio del dolor y la tensión, la reducción de la fatiga, y la mejora del movimiento, la sensibilidad y la espasticidad, todos síntomas habituales de la esclerosis múltiple. También puede manifestar mejoras en los problemas oculares y de incontinencia urinaria.
Aromaterapia:
Consiste en aceites extraídos de hierbas, flores, arbustos o árboles, capaces de penetrar en la piel y entrar en el torrente sanguíneo, generando efectos positivos en la mente y el cuerpo. En general, se utilizan conjuntamente con el masaje, y existen diferentes tipos con efectos terapéuticos diversos: algunos de estos aceites tienen propiedades inflamatorias, otros mejoran el estado de ánimo o la circulación, etc.
Fitoterapia:
Se basa en la utilización de plantas medicinales para tratar enfermedades. En el caso de la esclerosis múltiple, muestra beneficios en el sistema inmunológico (fortaleciendo el sistema nervioso y aliviando la inflamación) y en el sistema digestivo (mejorando problemas de riñones, hígado, etc.), además de manifestar mejoras en diversos síntomas (espasmos musculares, estreñimiento, problemas urinarios, cansancio y problemas emocionales).
Homeopatía:
Consiste en la administración de sustancias altamente diluidas, normalmente en forma de gránulos o gotas, que se cree trabajan a través de la memoria celular a un nivel vibracional. El homeópata valorará aspectos muy diversos del individuo para escoger el tratamiento, como la personalidad, el estado de ánimo, el estilo de vida, etc. La homeopatía puede ayudar a reducir la fatiga, eliminar las toxinas del cuerpo y relajar las extremidades.
Mesoterapia:
Es una herramienta beneficiosa para aumentar el bienestar físico y emocional. Es muy útil para aliviar el estrés, la tensión y la rigidez de los músculos y las articulaciones. Se ha demostrado que, también, es una terapia muy positiva para tratar la depresión, la ansiedad y el estreñimiento, y eliminar las toxinas del cuerpo.
Quiropráctica:
Se trata de una técnica manual que trabaja los trastornos de las articulaciones, ligamentos y músculos. Sirve, principalmente, para aliviar el dolor de las diferentes áreas del cuerpo (espalda, cuello, cabeza, etc.), ayudar a restaurar algunos movimientos y prevenir la pérdida de los mismos.
Reflexología:
Es una terapia que se aplica en manos y pies realizando presiones en puntos concretos. Trabajar sobre estos puntos permite liberar los bloqueos y ayuda a restaurar el flujo de energía en todo el cuerpo. La reflexología se ha mostrado beneficiosa para mejorar la circulación, liberar la tensión y el estrés, y tratar el dolor de espalda, la migraña, los trastornos del sueño, los problemas digestivos, la inflamación, etc.
Osteopatía:
Una disciplina que pone especial atención en la estructura y en los problemas mecánicos del cuerpo mediante el trabajo de los huesos, articulaciones, músculos y ligamentos. De esta forma, se observa una disminución del dolor y de la inflamación, y una mejora en la movilidad.
Meditación:
A través de este proceso, la persona se irá liberando gradualmente de los pensamientos y sentimientos, y se acabará sintiendo más relajada, centrada y creativa. Esto se puede conseguir mediante diferentes procesos: concentrándose en la respiración, desarrollando buenos pensamientos y sentimientos hacia los demás, siendo consciente de los pensamientos y sentimientos a medida que surgen, sin modificarlos o guiarlos (Zen), etc. Esta terapia es muy útil para la relajación y la mejora de la concentración, la memoria y la creatividad.
Pilates:
Una serie de ejercicios que trabajan la postura, la flexibilidad y la estabilidad, además de ejercitar aspectos mentales. El pilates busca reeducar y restaurar el cuerpo, de manera que recupere las funciones muscular y esquelética óptimas. Concretamente para la EM, esta práctica es beneficiosa para mejorar el equilibrio, la coordinación, la densidad ósea y la eficiencia de los pulmones, aliviar dolores, estrés y tensiones, y promover una sensación general de bienestar.
Yoga:
Práctica oriental que trabaja en la unión de mente, cuerpo y alma. No requiere un gran esfuerzo físico, por lo tanto, puede ser recomendable en muchos casos de EM. En general, ayuda a mejorar la salud y el estado físico, e induce a la relajación.
Enlace al documento original:
Choices leaflet: Complementary and other therapies. Multiple Sclerosis-UK, 2013 [acceso: 14 de julio de 2014]. Disponible en: http://www.ms-uk.org/choicescomplementary
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