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viernes, 24 de agosto de 2018

Vacunas y esclerosis múltiple: ¿se puede desarrollar una para la enfermedad?



A diferencia de muchas de las enfermedades infecciosas para las cuales se ha desarrollado una vacuna, la esclerosis múltiple está causada por el propio sistema inmunitario. ¿Se puede desarrollar una vacuna? Te explicamos en qué consisten algunas de las líneas de investigación que se están llevando a cabo.

Desde su descubrimiento en 1796, las vacunas han evitado a millones de personas padecer enfermedades como la viruela y la polio. Mientras que muchas de estas enfermedades están producidas por la invasión de un microorganismo, la esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune, es decir, una enfermedad causada por el propio sistema inmunitario. Por eso, la mayoría de los tratamientos desarrollados en los últimos años se han centrado en suprimir o alterar el sistema inmune. En este contexto, el desarrollo de fármacos modificadores de la enfermedad ha supuesto además de un gran avance, una nueva línea de investigación que podría ser clave para detener la enfermedad.

Sistema inmunitario en la esclerosis múltiple

En el desarrollo de la EM juega un papel crucial la alteración del funcionamiento de los linfocitos. Hay diversos subtipos implicados: los linfocitos Natural Killer, cuya función es detectar y destruir células infectadas o células tumorales, los linfocitos T colaboradores, que segregan moléculas necesarias para activar el resto de las células de sistema inmune, y los linfocitos T reguladores, que tienen un papel de atenuación de la respuesta inmune.

Así, en la esclerosis múltiple, los linfocitos T activadores de la respuesta inmune (Natural Killer y linfocitos T colaboradores) se sobre-activan mientras que los linfocitos T reguladores disminuyen. Así, tiene lugar una sobre-activación inmunitaria que finalmente termina conduciendo a la destrucción de la mielina (desmielinización) del sistema nervioso central, causando la enfermedad.

Líneas de investigación en el desarrollo de vacunas

El objetivo sería desarrollar una vacuna que inactive a los linfocitos T activadores de la respuesta inmune (Natural Killer y linfocitos T colaboradores) y aumente los niveles de los linfocitos T reguladores de la respuesta frente a la mielina.

En un estudio publicado en la revista Neurology, se observó que pacientes con un primer episodio desmielinizante del sistema nervioso central, llamado síndrome clínico aislado[1] (CIS, en sus siglas en inglés) y que recibían la vacuna contra el bacilo BCG (tuberculosis) mostraban significativamente menos riesgo de desarrollar EM. Según este estudio, con la administración de la vacuna se producía una estimulación de la producción de una proteína llamada TNF (factor de necrosis tumoral) que elimina los linfocitos T disfuncionantes. Esta línea de investigación aún se encuentra en sus etapas iniciales de desarrollo.

Extracción y modificación de los linfocitos T activadores

Otra de las líneas de investigación consiste en el desarrollo de una vacuna a partir de la extracción y modificación (mediante irradiación) de los linfocitos T activadoras del paciente, para volver a ser administrado al paciente. El objetivo de este procedimiento es que sean reconocidos como extrínsecos al organismo y eliminados por el sistema inmune del mismo modo como ocurre en las infecciones, quedando el paciente inmunizado. En un estudio llevado a cabo con esta metodología se observó una reducción del número de brotes de un 90% gracias a la vacuna, aunque la muestra del estudio fue pequeña, de modo que los resultados deben validarse en nuevos estudios con un mayor número de pacientes.

Otra línea de investigación estudiada consiste en inyectar a los pacientes algunas de las moléculas que se encuentran en la superficie de los linfocitos T disfuncionantes (concretamente péptidos que se encuentran en la superficie celular y actúan como receptores) que, per se son inofensivas, para estimular la producción de linfocitos T reguladores que contrarresten la sobreactivación de los linfocitos T activadores.

Extracción de células dendríticas

La última de las líneas de investigación se basa en el mecanismo de acción que se está desarrollando en terapia oncológica. Los tumores malignos son resistentes a la acción del sistema inmune, por este motivo la investigación en oncología está desarrollando líneas de investigación con la finalidad de activar el sistema inmune para que reconozca las células tumorales y las elimine. Se están desarrollando terapias que consisten en extraer del paciente oncológico células dendríticas, que son otras células que forman parte del sistema inmune, a las que se les introduce proteínas del tumor. Las células dendríticas marcadas se reintroducen en el paciente favoreciendo la generación de linfocitos T más eficientes en la detección de las células tumorales.

Así, en EM, los investigadores también están trabajando en el desarrollo de una vacuna con células dendríticas modificadas con péptidos para estimular la producción de linfocitos T reguladores, que contrarresten la actividad de los linfocitos T disfuncionantes.

Aunque el desarrollo de estas vacunas se encuentra en su fase más inicial, ampliar las líneas de investigación en la búsqueda de nuevos tratamientos para luchar contra la EM es positivo. Cuando se desarrollaron las primeras vacunas, era un sueño pensar que la viruela desaparecería gracias a este avance. El desarrollo de una vacuna frente a la EM puede ser solo una cuestión de tiempo.


Acceso al documento original:

Living Like You. Will There Ever Be a Vaccine for MS? Disponible en: www.livinglikeyou.com/en/stories/detail/will-there-ever-be-a-vaccine-for-ms



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