Fuente: MS Trust /20/07/2016
La rigidez y los espasmos musculares son síntomas que con frecuencia presentan las personas afectadas de esclerosis múltiple (EM). Estos síntomas pueden empeorar significativamente debido a cambios en la rutina diaria como por ejemplo las infecciones o los problemas de vejiga, entre otros. Identificar estos factores también denominados espinas irritativas es fundamental para poder tratarlos y así evitar que la movilidad se vea afectada.
A continuación, detallamos una lista de posibles factores desencadenantes:
1. Problemas vesicales
- Infección del tracto urinario: Ir al baño con más frecuencia de lo habitual, sentir dolor al orinar o el mal olor de la orina pueden indicar que se padece una infección del tracto urinario.
- La vejiga no se vacía: La necesidad de volver a orinar poco tiempo después de haber ido al baño o la dificultad para empezar a orinar son signos de que la vejiga no se está vaciando completamente. Esto puede irritarla y aumentar el riesgo de infección.
2. Otros problemas renales o vesicales
3. Problemas intestinales
- Estreñimiento: Mantener un tránsito intestinal regular es importante. Si está alterado y el intestino se mueve menos de lo habitual las heces son duras y difíciles de evacuar, entonces es posible que se padezca estreñimiento.
- Retención fecal: Si el estreñimiento se alterna con episodios de diarrea es posible que, además del estreñimiento, padezca retención fecal. Esto significa que una masa de heces duras y secas permanece atascada en el recto.
- Otros problemas intestinales: Las heces blandas, el síndrome del intestino irritable y otros problemas intestinales pueden afectar también a la espasticidad.
4. Problemas dermatológicos
- Irritación de la piel: El roce de cualquier material con la piel puede ocasionar irritación, rojez o ampollas. La ropa apretada, unos zapatos nuevos o el uso de férulas son las causas más habituales. También puede ser un efecto secundario de alguna medicación.
- Lesión cutánea: Los problemas de movilidad y la dificultad para cambiar de posición pueden provocar que la ropa, en el contacto con la piel, cause una lesión o discontinuidad cutánea. La ropa apretada acentúa este problema y puede afectar a la circulación sanguínea. También la pérdida de peso aumenta el riesgo. Para controlar este problema, es importante ir revisando diariamente la piel. Pedir consejo a su fisioterapeuta para encontrar la posición correcta es una buena opción para prevenir este problema.
- Quemaduras: Las quemaduras en la piel pueden empeorar la espasticidad y aumentan el riesgo de infección.
- Infecciones: Cualquier infección o enfermedad común puede agravar la rigidez muscular y la espasticidad. Las infecciones más comunes son las orina, las respiratorias y las de la boca y dientes; y las enfermedades más comunes son los constipados, la gripe y los virus estomacales.
- Vacuna contra la gripe: La vacuna contra la gripe puede provocar un empeoramiento de los síntomas. Sin embargo los síntomas se estabilizan en poco tiempo.
5. Dolor y malestar
- Incomodidad al estar tumbado o sentado: Si tiene dificultades para cambiar de posición al estar tumbado o sentado puede que esté incómodo como consecuencia de la presión excesiva en alguna parte del cuerpo. Su fisioterapeuta o terapeuta ocupacional de referencia le puede ayudar con este problema.
- Dolor nuevo o inexplicable: Cuando existe un dolor nuevo o que no se sabe de dónde proviene es necesario acudir al médico. Éste puede prescribir medicación o realizar pruebas específicas si lo considera pertinente.
6. Otros factores desencadenantes
- Fatiga excesiva: La fatiga puede empeorar temporalmente los síntomas de la EM. Ésta puede deberse al cansancio físico, al agotamiento mental o a la dificultad para dormir. A pesar de que los síntomas suelen atenuarse cuando los niveles de energía mejoran, es importante gestionar la fatiga y ralentizar el ritmo de vida.
- Temperaturas extremas: Tener demasiado calor o demasiado frío puede agravar la rigidez y los espasmos.
- Problemas emocionales: Es importante conocerse a uno mismo y ser consciente de las emociones propias pues éstas pueden influir en el curso de la EM. El estrés o la ansiedad pueden agravar los síntomas de la enfermedad. Hay que intentar identificar estas emociones y considerar la ayuda de un psicólogo o de otro especialista.
Acceso al documento original:
Spasticity triggers http://support.mstrust.org.uk Disponible en: http://support.mstrust.org.uk/file/spasticity-triggers.pdf
http://observatorioesclerosismultiple.com/esp/vivir_con_la_em-pautas_para_cuidarte/factores_que_aumentan_la_espasticidad_espinas_irritativas./detalle.html#.V9FkzIVOLmT
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