DM Nueva York 17/09/2008
El trabajo, coordinado por Irin Maier y Martin Schwab, se publica en el último número de The Journal of Neuroscience.
Stephen Strittmatter, también de la Universidad de Yale, señala que la primera opción terapéutica para paliar los daños cerebrales y medulares es la basada en el ejercicio rehabilitador. Aunque esta opción mejora el estado del afectado, las bases moleculares de la mejoría no se conocen.
Con el objetivo de profundizar en este conocimiento, los autores han trabajado con modelo murino con miembros dañados, y han estudiado el uo de cabestrillos tanto en los miembros afectados como en los sanos.
Axones en trabajo
Los resultados señalan que los animales que utilizaron su miembro dañado, debido a la imposibilidad de utilizar el sano, mostraron una recuperación total en un ensayo en el que una escalera mostraba su capacida de movimiento.
Por el contrario, las ratas que contaban con un cabestrillo en el miembro dañado evolucionaron peor.
Maier y Schwab señalan que el crecimiento de los nervios fue mucho mayor en el primer grupo: "Los axones que permanecen sanos tras un daño medular muestran una recuperación mayor en su entorno si son forzados al movimiento rehabilitador".
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