WASHINGTON (Reuters) - Un grupo de investigadores desarrolló una forma más segura de crear las poderosas células madre a partir de material celular común de la piel, lo que permite avanzar un paso más hacia la llamada medicina regenerativa.
Los expertos usaron un virus de la gripe común para transportar los genes transformadores hasta las células comunes de un grupo de ratones, para que luzcan y actúen como células madre embrionarias.
Si lo mismo puede hacerse con las células humanas, esto ofrecería un modo seguro de probar la terapia celular para tratar enfermedades como la anemia de células falciformes o el Parkinson, indicó Konrad Hochedlinger, del Hospital General de Massachusetts y la Escuela de Medicina de Harvard en Boston, en la revista Science publicada el jueves.
Las células madre son el material maestro del cuerpo y pueden dar origen a todos los tejidos y órganos, e incluso a la sangre, del organismo. Las embrionarias son consideradas las más poderosas porque pueden generar cualquier tipo de tejido.
Pero esa clase de células madre es difícil de crear, ya que requieren el uso de un embrión humano o de la tecnología de clonación y muchas personas objetan esta utilización, por lo que algunos países, entre ellos Estados Unidos, limitan la financiación para este tipo de experimentos.
En el 2007, varios equipos de científicos informaron que encontraron una serie de genes que pueden transformar las células comunes de la piel en células madre pluripotentes inducidas, o iPS, las cuales pueden llegar a lucir y actuar como células madre embrionarias.
Para que estos genes lleguen a las células, deben emplearse retrovirus, que integran su propio material genético a las células que infectan. Pero eso puede ser peligroso y causar tumores u otros efectos.
VIRUS INOFENSIVO
El equipo de Hochedlinger usó un virus mucho menos ofensivo, llamado adenovirus, para transportar a las células los cuatro genes transformadores, llamados Oct4, Sox2, Klf4 y c-Myc.
Los expertos utilizaron células de la piel de ratones y también células hepáticas de fetos de roedores e hicieron que ambos tipos lucieran y actuaran como células iPS.
"Lo bueno sobre los adenovirus, a diferencia de los retrovirus, es que liberan proteínas dentro de las células pero nunca se integrarán al ADN celular", señaló Hochedlinger durante una entrevista telefónica.
A medida que las células se dividen, diluyen el virus hasta que desaparece, explicó el autor. Pero los cambios genéticos se mantienen.
Para evaluar las células el equipo creó quimeras, que son combinaciones de dos animales distintos. Luego los expertos inyectaron las células recientemente generadas en los embriones de los ratones y cuando las crías nacieron, presentaron evidencia visible de que las células los habían transformado realmente.
Además, estos roedores quiméricos no desarrollaron ningún tumor.
"Estamos ya en el proceso de tratar de crear células iPS libres de integración en células humanas", dijo Hochedlinger.
"Es un poco más complicado porque la reprogramación humana lleva más tiempo que la de los ratones", añadió el autor.
Si funciona, algún día los médicos podrían realizar trasplantes "a medida" para tratar enfermedades en las personas, simplemente con extraerles unas pocas células, transformarlas en el laboratorio y reimplantar el nuevo tejido u órgano.
25 de septiembre de 2008 - Por Maggie Fox
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