Un estudio de la Universidad de Leicester, en Reino Unido, ha permitido
constatar por primera vez el daño del nervio auditivo que provoca escuchar
ruidos persistentes o música a un volumen elevado, según los resultados
publicados en Proceedings of the National Academy of Sciences
(PNAS).
DiarioMedico.com | 04/09/2012
Los científicos han descubierto que la exposición a sonidos altos, por
ejemplo de más de 110 decibelios, puede destruir el recubrimiento de las células
nerviosas -mielina- encargadas de transmitir las señales de sonido al cerebro, e
interrumpir la llegada de la información al cerebro, cuando por término medio un
aparato de MP3 alcanza entre 85 y 90 decibelios.
Zona concreta
Pero este daño a la mielina, según Martine
Hamann, directora de la investigación, puede revertirse y lograr que las
neuronas vuelvan a funcionar con normalidad restaurando el oído. Hamann ha
reconocido que en cerca de la mitad de las células analizadas se observó que la
cubierta del nervio auditivo se había perdido, "casi como si se hubiera
arrancado el cable eléctrico que une al amplificador con el altavoz". Sin
embargo, el efecto es reversible y después de tres meses el oído logra
recuperarse igual que la capa que cubre el nervio auditivo.
La región del cerebro que se encarga de poder percibir el sonido de los
impulsos eléctricos que transportan las neuronas desde el oído es el llamado
núcleo coclear dorsal. En estudios previos, Hamann demostró que este daño
también es responsable de otro trastorno, llamado tinnitus, que es la sensación
de un zumbido continuo en el oído.
La nueva investigación ofrece información sobre los mecanismos involucrados
en la pérdida del oído y el impacto de la exposición a los sonidos altos. "Como
el recubrimiento de la mielina puede recuperarse con el tiempo, hay que seguir
estudiando sus mecanismos para encontrar la forma de limitar o contrarrestar el
déficit".
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