MADRID, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un medicamento que se usa para controlar la
diabetes tipo II puede ayudar a reparar las médulas espinales de los ratones que
sufren de la enfermedad hereditaria adrenoleucodistrofia, un avance que
publicará en su edición online la revista 'Brain'. Este paso, que resulta
importante en el camino hacia el desarrollo de una terapia para la enfermedad
humana porque las opciones actuales son escasas y parcialmente eficaces, se
presentará este domingo en la conferencia anual de la Sociedad Europea de
Genética Humana.
Aurora Pujol, profesora de investigación del Instituto Catalán de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA), y directora del Laboratorio de Enfermedades neurometabólicas del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), en Barcelona, investigó el papel de la mitocondria, la central eléctrica de la célula, en la adrenoleucodistrofia, una enfermedad causada por la inactivación del transportador de ácidos grasos en los peroxisomas ABCD1, que conduce a la acumulación de ácidos grasos en los órganos y el plasma sanguíneo y la degeneración médula espinal.
"ABCD1 es una proteína situada en los peroxisomas, compartimentos de la célula que desintoxican los productos químicos y los lípidos, y por lo tanto la implicación de las mitocondrias en una enfermedad así no era obvia. Pero sabíamos por la investigación reciente que el estrés oxidativo, donde hay un aumento de la producción de moléculas que contienen oxígeno químicamente activo y una disminución significativa en la eficacia de las defensas antioxidantes del cuerpo, estaba involucrado. También sabíamos que el fracaso bioenergético aparece antes que los síntomas de la enfermedad, por lo que decidimos investigar el papel de las mitocondrias", resume Pujol.
El grupo de enfermedades conocidas como leucodistrofias se caracteriza por la pérdida progresiva de la vaina de mielina, la cubierta grasa que actúa como un aislante alrededor de las fibras nerviosas. El daño en la vaina de mielina impide la conducción de las señales en los nervios y conduce a problemas del aparato locomotor.
"Sabíamos que el daño oxidativo precoz y la disfunción bioenergética sirvieron de base al inicio tardío de la degeneración de las fibras nerviosas observadas en el modelo de ratón de la adrenoleucodistrofia ligada al cromosoma X (ALD-X), la leucodistrofia con mayor frecuencia hereditaria, por lo que analizamos las mitocondrias para obtener más pistas. Nos encontramos con que los ratones ALD-X mostraron una pérdida de las mitocondrias a los 12 meses de edad, antes de los síntomas de la enfermedad, por lo que no podrían ser una consecuencia de la enfermedad, sino más bien un factor que contribuye a ella", señala esta experta.
Además, Pujol subraya que el equipo investigador ya sabía que la vía implicada en la pérdida mitocondrial podría ser tratada con el uso del medicamento pioglitazona para la diabetes, por lo que decidieron probar su efecto en los ratones.
La pioglitazona detuvo la fibra de la degeneración del nervio mediante la prevención de la pérdida de las mitocondrias y la inhibición de la insuficiencia metabólica y el estrés oxidativo en los ratones tratados, y por lo tanto también detuvo la discapacidad del aparato locomotor. Los investigadores fueron capaces de demostrar estos beneficios a través de análisis de las médulas espinales posmortem e in vivo sometiendo a los ratones a una serie de pruebas físicas.
Aunque la ALD-X es una enfermedad relativamente rara con una incidencia mínima de 1 en 17.000 varones, hay otros trastornos neurodegenerativos causados por la degeneración en la vaina de mielina, por ejemplo la esclerosis múltiple, y muchas otras en las que están implicados el deterioro de la bioenergética en combinación con el estrés oxidativo y la degeneración de los axones. La última categoría de la enfermedad incluye el Parkinson, la enfermedad de Huntington y la de Alzheimer, por lo que Pujol destaca que es posible que estos resultados puedan ser relevantes también para estas condiciones.
"A raíz de estos resultados prometedores, junto con el profesor Patrick Aubourg, del Hospital Bicêtre, en París, iniciaremos en breve un ensayo multicéntrico de fase II con pioglitazona en pacientes adultos que sufren de una variante de adrenoleucodistrofia de aparición tardía. Nuestra investigación muestra que será posible controlar los efectos biológicos de la droga mediante la búsqueda de biomarcadores de daño oxidativo en las células de sangre o plasma. Estamos contentos de haber hecho una contribución a la búsqueda de un tratamiento simple y eficaz para un grupo de enfermedades devastadoras", concluye.
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