Como una forma de respaldar la recomendación de consumir un par de porciones de pescado por semana, un estudio sugiere que los adultos con más ácidos grasos omega 3 en sangre serían menos propensos a morir por distintas causas.
Los autores hallaron entre 2.700 adultos mayores de Estados Unidos que aquellos con los niveles más altos de omega 3 circulante vivían unos dos años más que los que tenían los niveles circulantes más bajos. Pescados como el atún o la sardina aportan estos ácidos grasos.
El autor principal, doctor Dariush Mozaffarian, del Hospital de Brigham y las Mujeres y de la Facultad de Medicina de Harvard, en Boston, dijo que los resultados sugieren que la población debería consumir más pescados grasos.
"La gran mayoría de los estadounidenses no ingiere dos porciones de pescado por semana. Eso sería ideal", dijo.
Los ácidos grasos omega 3 protegen de muchos trastornos, desde el parto prematuro hasta las cardiopatías. Pero la literatura médica disponibles es contradictoria porque algunos autores habían confiado en cuánto pescado recordaban haber consumido sus participantes y otros habían evaluado sólo los suplementos dietarios.
Ahora, el equipo analizó muestras de sangre de 2.692 adultos estadounidenses de más de 65 años en 1992 y 1993 (ninguno tenía enfermedad cardíaca) y determinó la cantidad de ácidos grasos omega 3 en sangre. Luego, los siguió hasta el 2008 para saber cuántos murieron por distintas causas.
En Annals of Internal Medicine, los autores publican que murieron 1.625 participantes durante el estudio. Además, hallaron que las personas con los niveles más altos de ácidos grasos omega 3 en sangre al inicio del estudio eran un 27 por ciento menos propensas a morir por cualquier motivo que los que menos omega 3 tenían en circulación.
Eso se traduce en dos años más de vida después de los 65 años y la mayor proporción de ese beneficio provino de la reducción a la mitad de la tasa de mortalidad por enfermedad cardíaca entre los participantes con los niveles más altos de omega 3 en sangre.
El estudio no prueba que los ácidos grasos mantengan con vida a la gente, según aclaró Alice Lichtenstein, directora del Laboratorio de Nutrición Cardiovascular de la Tufts University, en Boston.
"Las personas que consumían más pescado también ingerían más frutas, verduras y menos carnes rojas. La pregunta es si el efecto se debe a que comían más pescado o tenían un patrón alimentario distinto", indicó Lichtenstein, que no participó del estudio.
Comentó que los participantes con menos posibilidad de morir durante el estudio tenían un patrón alimentario que coincidía con las recomendaciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos y de la Asociación Estadounidense del Corazón.
"La población debería evitar pensar que un alimento o un suplemento puede reemplazar a un estilo de vida saludable. Ya sea con este estudio o los próximos, debemos aceptar que se trata de un todo y no de un elemento", agregó Lichtenstein.
FUENTE: Annals of Internal Medicine, online 2 de abril del 2013
Reuters Health
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