2017-09-29
Las terapias para la esclerosis múltiple han aumentado
significativamente en los últimos años, tanto en número como en eficacia,
también en riesgos. En el futuro más inmediato esta parece que seguirá siendo
la tendencia.
Alcanzar NEDA-4 siendo una persona con esclerosis múltiple
remitente- recurrente es un objetivo realista actualmente. En el caso de las
personas con formas progresivas de EM, Ocrevus y Siponimod cambiarán
significativamente los resultados terapéuticos para esta población.
Esas son solo algunas de las ideas que comentó el profesor
William Carroll de la Universidad de Western Australia durante el Congreso
Mundial de Neurología que se celebró en Kyoto, Japón, entre los días 16 y 21 de
septiembre.
Este experto hizo un resumen de los tratamientos más
establecidos y de las tendencias terapéuticas emergentes que, aun llamando a la
prudencia, dibujan un panorama bastante alentador en el campo de la EM.
Terapias para la esclerosis múltiple
Como no podía ser de otra manera el profesor Carroll se refirió
a los compuestos más usados para tratar la EM: los interferones. Sobre ellos
dijo que enlentecen la progresión de la enfermedad, reducen la frecuencia de
brotes y su severidad.
También hizo referencia a otros fármacos más polémicos, como
la mitoxantrona:
Aunque se ha demostrado su efectividad para la EM progresiva
secundaria, este agente se está utilizando con mucha menos frecuencia ya que la
terapia requiere el monitoreo de la función cardíaca y atender muy de cerca el
límite de la dosis. Solo puede administrarse en centros especializados y puede
limitar las opciones de tratamiento subsiguientes.
Las opciones farmacológicas orales también han venido a
mejorar la calidad de vida del paciente. Hay un fármaco que genera muchas
expectativas, el siponimod:
Siponimod, una variación de fingolimod, ha sido aprobado en
varios países después de los resultados positivos de fase III. El nuevo fármaco
también debe hacer posible la inmunoterapia en la esclerosis múltiple
secundaria progresiva activa y provocar un enlentecimiento del 25-30% en la
progresión “
Sobre la cladribina, que recientemente recibió el aprobado
de la Comisión Europea después de que en 2010 le cerrara el camino a Merck para
su comercialización, comentó que los estudios que se han realizado hasta el
momento hablan bien de su eficacia para controlar la progresión de la
enfermedad.
Los anticuerpos monoclonales, alta eficacia/alto riesgo
Las terapias con anticuerpos monoclonales como alemtuzumab
(Lemtrada), natalizumab (TYSABRI) o daclizumab (Zinbryta) son consideradas de
muy alta eficacia, pero Carrol llama la atención sobre sus potenciales efectos
secundarios:
Junto a los resultados terapéuticos altamente prometedores,
los efectos secundarios poco comunes, que pueden llegar a ser severos en
algunos casos, no deben ser pasados por alto al tomar en cuenta cualquier
beneficio.
En este grupo de fármacos no podía faltar una mención a
Ocrelizumab (OCREVUS), el fármaco recientemente aprobado por la FDA y también
por los reguladores suizos para el tratamiento de la EM primaria progresiva y
la EM remitente- recurrente.
Tratamiento con células madre
El trasplante de células madre hematopoyéticas es también
una terapia de muy alta efectividad, al menos según reflejan los ensayos
clínicos realizados hasta el momento. El problema, como bien apunta el Dr.
Carroll, son sus considerables efectos secundarios. En su opinión:
Los riesgos y beneficios de esta terapia con células madre
deben sopesarse cuidadosamente con los de las nuevas opciones terapéuticas
basadas en fármacos.
Objetivos terapéuticos ambiciosos
Para el Dr. Carroll la intervención temprana es clave para
lograr detener el progreso de la discapacidad, incluso disminuirla en
determinados casos. Para las personas con EM remitente-recurrente aspirar a
NEDA-4 debe ser el objetivo terapéutico.
En el caso de la forma primaria progresiva de EM, OCREVUS
está abriendo nuevas opciones terapéuticas, lo mismo que puede llegar a hacer
siponimod para la forma secundaria progresiva.
Entre los muchos retos que debe seguir afrontando la ciencia
en el campo de la EM Carroll destaca dos:
Identificar por qué en algunas personas progresa la
discapacidad, a pesar de que las pruebas de neuroimagen no reflejan que la EM
esté activa
Mejorar el control de los síntomas de las personas con daños
permanentes
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