Redacción TiTi
2017-10-13
El fármaco está en el mercado estadounidense desde la década
de los 70´S. Aunque de forma modesta, parece ayudar a reparar el daño a la
mielina que experimentan las personas con esclerosis múltiple.
Un fármaco puede ayudar a reparar la mielina; este es el
mensaje que los autores de una reciente publicación en la revista The Lancet
quieren dejar claro después de analizar a 50 personas con EM que durante varios
meses estuvieron recibiendo el medicamento.
El fármaco, fumarato de clemastina, se emplea en el
tratamiento de alergias respiratorias, pero desde hace unos años está siendo
investigado como terapia potencial para los daños que la EM va dejando en el
sistema nervioso de quienes la padecen.
Para los investigadores, este ensayo clínico es el primero
en mostrar que un fármaco es eficaz en la remielinización de las fibras
nerviosas dañadas por la enfermedad. Sus efectos, por el momento, parecen
modestos, pero es un paso significativo en la dirección de ayudar a todas
aquellas personas que tienen lesiones permanentes en la capa de mielina.
La esclerosis múltiple provoca que esa capa que cubre las
fibras nerviosas sea dañada, enlenteciendo, incluso anulando, la conducción del
impulso nervioso. Los fármacos para la enfermedad buscan controlar la actividad
del sistema inmunológico, evitar que se cree ese daño a la mielina, pero una
vez este se produce no hay medicamentos que permitan su reparación.
Reparación de la mielina en la
esclerosis múltiple gracias a un antihistamínico
En la investigación, de la que ya se conocían algunos
resultados desde el pasado año, se crearon dos grupos de intervención formados
por personas con EM y lesiones crónicas en el nervio óptico, uno de los daños
más comunes en la enfermedad.
El primer grupo, formado por 25 enfermos, recibió el fármaco
durante 90 días a los que siguieron 60 días con un tratamiento simulado
(placebo). El segundo grupo siguió el itinerario contrario: primero el placebo
durante 90 días y después el fármaco durante 60
Para medir si se lograba generar beneficios en la mielina,
los investigadores usaron una técnica denominada estudio de potenciales
evocados visuales, que permite valorar la velocidad de conducción del impulso
nervioso.
Durante todo el tiempo que duró la intervención con el
fármaco, los investigadores constataron un aumento de la velocidad de
conducción del impulso nervioso. Estas mejorías se mantuvieron aún después de
haber dejado de recibir el tratamiento, lo que habla a favor de cambios
estructurales, no de alteraciones funcionales transitorias debido a la acción
del fármaco.
Los estudios previos realizados en animales mostraron que el
fumarato de clemastina promovía la diferenciación de oligodendrocitos, un tipo
de células de sostén del sistema nervioso encargadas de generar la mielina.
Según el investigador principal del estudio, el neurólogo
Ari Green:
Hasta donde sabemos, esta es la primera vez que una terapia
ha sido capaz de revertir los déficits causados por la EM. No es una cura, pero
es un primer paso hacia la restauración de la función cerebral de los millones
de personas que se ven afectados por esta enfermedad crónica”.
Green también comenta que para nada están queriendo decir
que esta es una cura y que funcionará a todos, sino que es el primer paso en un
largo proceso. Afortunadamente, toda gran obra humana comienza con un pequeño
paso, ¡a por la remielinización!
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