Dunia Chappotin
2017-10-06
La demencia en la esclerosis múltiple no es común, aunque
las alteraciones cognitivas sí llegan a afectar a más del 50% de esta
población. Cuando la demencia surge en una persona con EM adopta
características particulares.
¿Te asombra ver la esclerosis múltiple vinculada a la
demencia? Si es así, llevas razón. La EM no es una enfermedad que lleva a la
demencia en la mayoría de los que la padecen, al contrario de otras enfermedades
neurodegenerativas como el alzhéimer.
Pero, aunque los casos de demencia son los menos, sí los
hay. Incluso, se ha documentado casos de personas cuyo primer síntoma de EM es
un deterioro cognitivo sobrevenido de forma fulminante, que en dos semanas se
instaura y limita la capacidad del enfermo de desenvolverse de forma
independiente en la vida cotidiana.
Son casos excepcionales. Sin embargo, lo que sí no es
excepcional en la comunidad de la esclerosis múltiple son los déficits
cognitivos que llegan a afectar a más del 50% de esta comunidad. El fracaso
escolar y las dificultades para mantener un empleo responden en buena medida a
esas barreras neuropsicológicas.
¿Qué es el deterioro cognitivo? ¿Es demencia? ¿Todas las
personas con deterioro cognitivo terminan desarrollando demencia? ¿Quién
desarrolla demencia dentro de la comunidad EM? Muchas preguntas, ¡vamos a por
respuestas!
Deterioro cognitivo no es demencia
El deterioro cognitivo, un tema sobre el que hablamos en
relación a la EM en un artículo anterior que te recomendamos leer, es la
pérdida de rendimiento en procesos como la memoria, el lenguaje, la atención o
la velocidad de procesamiento.
Deterioro implica que antes se ha alcanzado determinado
nivel, que después se va perdiendo progresivamente ¿Y cómo entra la demencia en
esta ecuación? Pues la demencia es precisamente el resultado de un deterioro
cognitivo extremo.
Una persona puede tener deterioro cognitivo y no tener
demencia porque sus déficits no son suficientes como para impedirle llevar una
vida independiente. Piensa en muchos de los mayores que te rodean, pueden que
con los años hayan experimentado una disminución de su agudeza mental sin que
por ello tengan demencia.
Si el deterioro del funcionamiento mental es tal que se ve
afectada la realización de actividades básicas e instrumentales de la vida
diaria, entonces hablamos de demencia.
Demencia en la esclerosis múltiple
Como ya mencionamos, en la mayoría de las personas con EM
hay deterioro del funcionamiento cognitivo, pero no demencia. En los casos en
que sí ocurre la demencia, los síntomas más comunes son (Kurlan.R, 2006):
Alteraciones en la velocidad de procesamiento de la
información
La velocidad en que captan, procesan un estímulo y emiten
una respuesta se ve muy dañada. Una persona con afectaciones en este proceso
puede necesitar más tiempo para analizar una situación que los demás realizan
automáticamente.
Es de esperar que cuando le pregunten algo, haga una pausa
antes de intentar responder o que directamente repita la misma pregunta. Si se
le demanda realizar tareas muy complejas, que impliquen muchos pasos, posiblemente
no logre culminarla con éxito.
Dificultades para el mantenimiento de la atención
Este déficit apenas lleva explicación. Una persona afectada
por demencia difícilmente mantendrá la atención centrada durante mucho tiempo.
Se puede mostrar distráctil o como alejado, algo en lo que también puede
influir su estado de ánimo.
Déficits en la memoria de hechos recientes
Aunque el déficit de la memoria no es tan acusado como en
otras formas de demencia, sí existen problemas, sobre todo para almacenar la
información reciente. Sin embargo, una vez se logra almacenar esa información,
la recuperación parece un proceso más conservado.
De ahí que una persona con esclerosis múltiple y deterioro
cognitivo muy marcado necesita repetir mucho una información o proceso para
terminar aprendiéndolo.
Dificultades para la formación de conceptos y solución de
problemas
Al igual que en otras formas de demencia, el desarrollo de
un razonamiento abstracto es casi inexistente. La solución de problemas, una
habilidad relacionada directamente con el , se ve afectada.
La persona ya no es capaz de organizar su día a día con
fluidez y la realización de tareas con cierta complejidad, que impliquen
acciones secuenciadas, serán un verdadero reto para él/ella.
Aunque las anteriores son las alteraciones más frecuentes,
hay que tener en cuenta que la EM es una enfermedad muy variable que en cada
persona se manifiesta de manera particular, algo que siempre se dice y ¡es que
es verdad!
Una investigación de la Clínica Mayo del año 2009 que estudió
a 23 personas con EM que desarrollaron demencia, encontró que la apraxia
(dificultades para la realización de movimientos coordinados), las convulsiones
y la afasia (alteraciones del lenguaje) eran comunes.
También era frecuente la comorbilidad con otras alteraciones
psiquiátricas, como la depresión.
¿Quiénes tienen más riesgo de desarrollar demencia?
Aunque algunos autores consideran que a medida que aumenta el tiempo con la enfermedad también lo hace el riesgo de demencia, esta no es una relación lineal.
Ya dijimos que las alteraciones cognitivas pueden aparecer desde el mismo comienzo de la enfermedad y en presencia de una buena conservación del funcionamiento motor. E igualmente se da la situación opuesta: personas con grandes niveles de discapacidad que mantienen un funcionamiento cognitivo normal.
La forma de EM, ya sea progresiva a recurrente remitente, tampoco parece correlacionar linealmente.
¿Cómo se trata la demencia en la esclerosis múltiple?
En la actualidad la demencia en la esclerosis múltiple no tiene cura y el tratamiento está dirigido a enlentecer el deterioro de las funciones afectadas.Al contrario de otras enfermedades como la degeneración frontotemporal o el alzhéimer que cursan con demencia, los afectados por EM tienen una gran ventaja: cuentan con fármacos modificadores de la enfermedad.
Un adecuado control de la EM es lo mejor que puede hacer un enfermo para evitar el daño al tejido nervioso y el surgimiento de déficits cognitivos.
Una vez las alteraciones son confirmadas, no existen fármacos específicos para su tratamiento. Desde el punto de vista no farmacológico las opciones sí son mucho más amplias. Profesionales como terapeutas ocupacionales, neuropsicólogos y fisioterapeutas desarrollan terapias que, si bien no curan, ayudan a manejar los síntomas.
Es importante que la persona afectada y su familia asuman un papel activo en la búsqueda de terapias para las alteraciones cognitivas. En muchas ocasiones no sucede así porque tanto los médicos como el afectado prestan más atención a los síntomas clásico de EM, como la neuritis óptica o las dificultades con la marcha.
https://infotiti.com/2017/10/demencia-la-esclerosis-multiple/
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