Neuronas desmielinizadas |
Gracias a los avances terapéuticos en los últimos años, algunos pacientes con esta enfermedad pueden llevar una vida normal, pero los científicos siguen buscando soluciones. Una de ellas podría estar en los antidepresivos, según un estudio que se acaba de publicar en «Nature Communications»
R. I. @abc_salud MADRID 19/12/2017
La esclerosis múltiple (EM) es la patología neurológica
crónica más frecuente en adultos jóvenes y la segunda causa de discapacidad
entre los jóvenes españoles, después de los accidentes de tráfico. Según datos
de la Sociedad Española de Neurología (SEN) cada año se diagnostican 1.800
nuevos casos en España, de los cuales un 70% corresponderían a personas de
entre 20 y 40 años. La esclerosis múltiple afecta a 47.000 personas en España,
a 700.000 personas en Europa y a 2,5 millones de personas en todo el mundo.
Gracias a los avances terapéuticos en los últimos años, algunos pacientes
pueden llevar una vida normal, pero los científicos siguen buscando soluciones.
Una de ellas podría estar en los antidepresivos, según un estudio que se acaba
de publicar en «Nature Communications».
Un equipo de investigadores de la Universidad de Calgary
(Canadá), dirigidos por Voon Wee Yong, han analizado una serie de medicamentos
genéricos de consumo oral para identificar aquellos con potencial de ser
reutilizados para el tratamiento de la esclerosis múltiple progresiva. Gracias
a este enfoque, los autores identificaron que la clomipramina, un antidepresivo
oral, reducía los síntomas de la encefalomielitis autoinmune, un modelo de
esclerosis múltiple en ratones.
La esclerosis múltiple es una enfermedad inflamatoria
multifactorial que afecta el sistema nervioso central, que causa daño a la
vaina de mielina (una capa de aislamiento graso que protege las células
nerviosas) y las neuronas, y se asocia con síntomas neurológicos severos. Hasta
el 15% de los pacientes con esclerosis múltiple tiene una forma progresiva de
la enfermedad para la cual las opciones de tratamiento son limitadas. Una de
las razones es que la enfermedad es multifactorial e incluye neurodegeneración,
actividad anormal de los linfocitos y estrés oxidativo, y estos factores no se
enfocan simultáneamente en los tratamientos actuales.
Según los estudios epidemiológicos más recientes, en las
últimas dos décadas, el número de pacientes con esclerosis múltiple se ha
duplicado. Y es que tanto la incidencia como la prevalencia de la enfermedad
han aumentado, no solo debido a una mejora en el conocimiento de la enfermedad
y en las técnicas diagnósticas, sino también debido a factores ambientales y de
estilo de vida que parecen favorecer la aparición de la enfermedad e influir en
su pronóstico, como el tabaquismo, el déficit de vitamina D, la exposición a la
luz solar, el cambio de dieta, etc.
Voon Wee Yong y su equipo examinaron una biblioteca de 1.040
medicamentos y seleccionaron 249 que se consumen por vía oral, genéricos y son
capaces de atravesar cruzar la barrera hematoencefálica, es decir, entrar en el
cerebro. Los investigadores analizaron los 249 compuestos para identificar
aquellos que tienen el potencial, en células cultivadas, de prevenir la
neurotoxicidad, reducir la proliferación de linfocitos T y tener actividad
antioxidante. Así, identificaron la clomipramina, que es un antidepresivo oral,
y vieron que, en ratones, reducía los síntomas de la encefalomielitis
autoinmune, un modelo para la esclerosis múltiple. En concreto, en los ratones
con encefalomielitis autoinmune experimental, la clomipramina mejora los signos
clínicos de las fases aguda y crónica e, histológicamente, reduce la
inflamación y la activación microglial y preserva la integridad axonal.
La esclerosis múltiple afecta a 47.000 personas en España, a
700.000 personas en Europa y a 2,5 millones de personas en todo el mundo
Los investigadores señalan que no existe un modelo de
encefalomielitis autoinmune que cubra todos los aspectos de la esclerosis
múltiple progresiva, pero la clomipramina podría ser un fármaco candidato para
un desarrollo futuro.
Pacientes jóvenes
La edad media de comienzo de los síntomas es alrededor de
los 28 años y la relación de afectados mujer/hombre es aproximadamente 3/1.
Cualquier síntoma atribuible a una lesión del sistema nervioso central puede
ser un síntoma de esclerosis múltiple, aunque algunos síntomas y síndromes son
más frecuentes. Así, los síntomas sensitivos y visuales, como pueden ser
hormigueos o adormecimiento de uno o más miembros, o pérdida de agudeza visual,
son los síntomas más frecuentes de esta enfermedad, especialmente en su fase
inicial, ya que están presentes en el 50-53% de los casos. Cuando la enfermedad
está avanzada o es de carácter progresivo, suelen ser más habituales los
síntomas motores, que principalmente se manifiestan en forma de debilidad sobre
todo en las piernas y/o rigidez muscular, en el 40-45% de los casos.
Afortunadamente, la aparición de nuevos fármacos capaces de
modificar el curso de la enfermedad, unidas a la utilización de otras medidas
terapéuticas , no solo farmacológicas, sino también rehabilitadoras,
quirúrgicas, etc. hacen que la evolución y pronóstico de la enfermedad, en un
gran número de casos, haya experimentado un cambio radical y que muchos
pacientes puedan llevar una vida normal con la enfermedad. Actualmente existe
un gran número de pacientes que llevan conviviendo más de 15 años con la
enfermedad y que siguen sin presentar una discapacidad importante.
Pero aun sigue habiendo pacientes con formas agresivas, que
debido a la enfermedad experimentarán una discapacidad importante que les
limitará su calidad de vida, y pacientes que ya presentan discapacidad
adquirida y no hay tratamientos que permitan revertirla.
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