El pasado viernes, gracia a la gestión de “La Llar”, al fin pude ver cumplido una antigua aspiración, esta no era otra que la de realizar fisioterapia en piscina.
Siempre he sido un amante de la actividad física en el agua, tanto de la natación como del uso de sus propiedades termales, así que siempre fui un asiduo de piscinas, playas y todo tipo de balnearios y spas.
Pero llegó un día en que la perdida de movilidad y autonomía, me privó de acceder a unos servicios de los que siempre había disfrutado de forma asidua y constante.
Después de casi tres años, llego mi primera zambullida con mi compañera la EM en las instalaciones de “La Espanya Industrial”, un baño completamente distinto de los anteriores, ya no era una actividad estrictamente deportiva o de ocio, esta vez ha sido una actividad, reparadora y sobre todo terapéutica.
Al ser mi primera sesión, estuve un poco más acompañado y vigilado por las monitoras que el resto de mis compañeros, monitoras y personal auxiliar hacia el que no tengo más que palabras de agradecimiento por su amabilidad y paciencia.
La primera sensación al entrar en el agua fué de ingravidez y de una movilidad desconocida desde hacia muchos años, una sensación de relax y confor indescriptibles, sensaciones que pensaba que ya no volvería a experimentar.
Los ejercicios dentro del agua, que iba indicando la monitora y que intentaba realizar con más voluntad que acierto, hicieron que en los momentos posteriores sintiera, además del correspondiente y lógico cansancio, una sensación de bienestar como no había sentido desde el diagnostico de la enfermedad.
Después de dormir una reparadora y larga siesta, sin ayuda de ningún fármaco, quedo ilusionado y a la espera de mi próxima experiencia con el agua, esta será con el grupo de la FEM, en una piscina de agua de mar, de la que espero disfrutar especialmente y de la que intentaré dar completa información en esta página.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.