Dunia Chappotin
2018-02-09
Los problemas de memoria en la esclerosis múltiple, además
de otras alteraciones cognitivas, con muy comunes e ignorados. Sin embargo,
pueden llegar a interferir (que no impedir) el normal desarrollo de actividades
del día a día.
Puedes llegar a sentirte incómoda por el hecho de siempre
tener dificultades para encontrar la palabra que buscas. Simplemente no te
sale, la conoces, sabes que está por algún sitio de tu cabeza, pero cuando la
necesitas no sale.
O puede que al llegar al supermercado no tengas idea de
todas las cosas que ibas a comprar y que necesitas. O que olvides citas que se
supone que, por su importancia, no debieras olvidar.
Y esas cosas le pueden suceder a todos, claro está, solo que
en tu caso hay un detalle más: tienes esclerosis múltiple. Y no, los problemas
de memoria en la esclerosis múltiple no son casualidad.
¿Qué problemas cognitivos en la
esclerosis múltiple son los más comunes?
Primero, ¿ya sabes qué son los problemas cognitivos? Igual
te lo explico rápido: son alteraciones en el normal funcionamiento de los
procesos cognitivos, esos que nos permiten memorizar, hablar, atender, realizar
varias cosas a la vez, planificar, etc.
Pues bien, en las personas con esclerosis múltiple se han
identificado áreas especialmente vulnerables:
Aprendizaje y memoria
Recordar información reciente, por ejemplo, la que te pudo
dar hace menos de una hora un compañero de trabajo, y recordar actividades que
tienes que realizar, como pasar por el pan antes de ir a casa, parecen ser los
problemas de memoria más comunes en las personas con EM.
Y eso que a primeras no parece muy importante, cuando sucede
día tras día, llegando a afectar el rendimiento en el trabajo y obligándote a
hacer un esfuerzo extra para tenerlo todo “ahí”, puede ser realmente
frustrante.
No poder confiar en nuestra propia memoria genera ansiedad e
inseguridad.
A eso hay que añadir que nuestra capacidad de aprender ya no
es la misma; ojo, no es que no se pueda aprender, al contrario, sino que nos va
a llevar más esfuerzo precisamente por las alteraciones que hay en los procesos
que hacen posible el aprendizaje.
Atención y concentración
Otra de las quejas frecuentes: la capacidad de concentrarse
en una tarea, más si es por largos periodos de tiempo, puede estar muy
afectada. Y hacer más una cosa a la vez puede ser muy difícil.
Si te interrumpen en medio de una actividad que demanda
cierta concentración, volver al punto en que estabas puede tomar más tiempo del
habitual.
Velocidad de procesamiento de la
información
Si notas que las cosas ya no salen con la misma facilidad
que antes, que te toma más tiempo y esfuerzo, que incluso en una conversación
cotidiana tienes que esforzarte para poder seguir el ritmo, entonces es posible
tu velocidad para procesar la información haya cambiado, algo que no es extraño
en la EM.
Lenguaje
El lenguaje de forma general no parece sufrir grandes
cambios, aunque ya hicimos referencia a un problema puntual y muy común: la
dificultad para encontrar la palabra adecuada en el momento que la necesitas.
Se puede dar el popular fenómeno de la “palabra en la punta
de lengua” que puede ser muy frustrante,
sobre todo si estás en medio de una acalorada discusión y después, sola en
casa, es que te vienen todas las palabras e ideas que debiste decir ¡arrggg!
Es importante mencionar que no todas las personas con EM
experimentan estos problemas cognitivos, aunque se supone que más del 50% de
los pacientes tienen algún grado de dificultad con estos procesos.
¿Por qué ocurren?
La primera respuesta es muy clara y seguro ya la supones: la
enfermedad y los cambios que provoca a nivel del sistema nervioso central, en
especial en el cerebro.
Pero hay factores que pueden acentuar los déficits
cognitivos y otros que aparentemente sí, pero no.
Entre estos últimos hay que mencionar la evolución de la
enfermedad. A primeras puede pensarse que mientras más avanzada está la EM,
mientras más discapacidad tenga una persona, más dificultades intelectuales
tendrá.
Pero no es así, no es una relación lineal. Existen pacientes
con marcada discapacidad física que, sin embargo, se mantienen sanos
cognitivamente. Y pacientes sin discapacidad que día a día tienen que enfrentar
los obstáculos que les impone una mala memoria.
Igualmente hay que tener en cuenta que la fatiga, tan común
entre las personas con esclerosis múltiple, acentúa los déficits cognitivos, al
igual que lo hace el estrés, la ansiedad, las temperaturas elevadas y la
humedad.
¿Cómo se tratan?
Lamentablemente, la ciencia está muy atrasada con el
abordaje terapéutico de las alteraciones cognitivas en general, no solo en la
EM. Llegamos a superar los ochenta años de vida con excelente salud, excepto
salud cognitiva.
Como resultado, las estrategias son más compensatorias que
terapéuticas en sí. Algunos consejos, muchos de sentido común que seguramente
ya implementas:
Reconocer cuando hay un problema, es el primer paso para
buscar solución
Identificar las principales actividades afectadas y proponer
estrategias compensatorias para cada una de ellas.
Listas, las listas son tu mejor aliado. Listas de todo lo
que debemos hacer.
Respira, si por un momento no recuerdas una palabra o te
cuesta concentrarte, tómate un momento para relajarte y volver a empezar. La
buena noticia es que no es alzhéimer, la palabra está ahí, no se ha ido.
Usa las alarmas del móvil para ayudarte a recordar citas
importantes, también los días y horarios de la medicación.
Comparte tu situación con tus amigos y familia, así ellos
pueden comprender y ayudar.
Cuando una actividad te demande un esfuerzo cognitivo,
intenta realizarla en un lugar tranquilo, sin distracciones, recuerda que la
atención y la concentración pueden no ser tu fuerte.
Puedes valorar la posibilidad de realizar estimulación
cognitiva o consultar con un neuropsicólogo que te oriente en las mejores
estrategias a desarrollar.
Cada situación puede llevar una estrategia de afrontamiento
diferente y en ti está buscar la mejor solución.
¿Cómo evolucionan estos problemas de
memoria en la esclerosis múltiple?
La realidad es que no hay una respuesta absoluta. Los
problemas cognitivos en EM no son como los que se presentan en otras
enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer, donde el curso natural e
irremediable es ir a peor.
En la EM algunas personas pueden experimentar cierto empeoramiento
de sus habilidades, mientras otras permanecen estables, incluso, las hay que
pueden mejorar.
El deterioro, si se produce, es lento.
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