La capacidad curativa de las células madre está sólidamente demostrada en el cáncer de glóbulos blancos: la leucemia. En su tratamiento, se sustituyen las células madre responsables de la producción de la sangre que contiene esos glóbulos blancos enfermos por células madre sanas, procedentes de una persona donante, que producirán glóbulos blancos saludables.
«Esas células madre se pueden obtener de medula ósea, de sangre periférica y de sangre de cordón umbilical», precisa el doctor Pedro José Marín, consultor senior del Servei d'Hematologia de l'Hospital Clínic y director del Banc de Progenitors Hematopoètics del mismo centro hospitalario. En él, los progenitores hemopoyéticos, o células madre, se obtienen de médula ósea y de sangre periférica (la que circula por todo el cuerpo), y cuando se necesita sangre de cordón umbilical se solicita al Banc de Sang i Teixits.
La médula ósea es la sustancia ubicada en el interior de los huesos del esternón, el hueso pélvico o las vértebras. Dentro de ella se encuentran las células progenitoras hemopoyéticas, las únicas capaces de fabricar los glóbulos blancos, rojos y plaquetas que conforman la sangre.
«En Catalunya se realizan cada año en torno a los 500 trasplantes de médula ósea», según explica el responsable de terapia celular del Banc de Sang i Teixits, el hematólogo Sergi Querol. «La regeneración de la médula con células madre es la primera y más avanzada terapia celular a nivel asistencial», indica Querol.
Desde el Hospital Clínic, el doctor Marín apunta también que, además del trasplante de progenitores hemopoyéticos, «el uso terapéutico consolidado de las células madre está aprobado también por las autoridades sanitarias en la elaboración de piel para el tratamiento de grandes quemados y en la regeneración de heridas de la córnea mediante el uso de progenitores de una zona ocular llamada limbo».
ENSAYOS CLÍNICOS
El resto de aplicaciones de células madre en tratamientos médicos se inscribe en ensayos clínicos autorizados, aunque algunos casos los resultados en pacientes ya han empezado a evidenciar su efectividad. Es el caso de la regeneración de tejido óseo, cartilaginoso y tendinoso. Esta se lleva a cabo con células mesenquimales, células madre que no son capaces de crear las células de la sangre, pero sí nuevas células que darán lugar a diferentes tejidos, como el de los huesos, los cartílagos y los tendones. Artrosis de rodilla, cadera y tobillo, pero también en la columna, así como fracturas de cualquier hueso que no logran soldar totalmente, dando lugar a pseudoartrosis, son las principales indicaciones que la aplicación de estas células madre persigue sanar y eliminar su inflamación.
Las células mesenquimales son extraídas de la médula ósea (por aspiración) o del tejido adiposo (la grasa, por liposucción), del propio paciente o de un donante. En salas blancas, o laboratorios preparados para su manipulación en un proceso y entorno totalmente esterilizado se lleva a cabo el cultivo de estas células. El proceso requiere la autorización de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), y en Catalunya se puede realizar en las instalaciones del Banc de Sang i Teixits.
VEINTITRÉS DÍAS DE CULTIVO
«Tras 23 días de cultivo, las nuevas células resultantes se aplican directamente en la zona afectada por la fractura o donde se localice la artrosis», explica el traumatólogo y director médico del Institut de Terapia Regenerativa Tisular (ITRT) de Barcelona, Robert Soler.
Después de más de 1.200 dosis aplicadas en unos 850 pacientes -algo más de 700 sobre cartílago; unos 50 con pseudoartrosis derivada de una fractura ósea no consolidada y unos 185 con artrosis de columna-, la viabilidad de esta terapia y sus resultados exitosos, considerados ya en fase de continuidad de ensayo clínico, evidencian «un efecto antiinflamatorio y consecuente descenso del dolor cuantificable», señala Soler. Por otro lado, en la aplicación sobre fracturas que no acababan de sellar, «vemos que la inyección directa de las células madre cultivadas consigue activar el metabolismo que lleva a esas células a fabricar el hueso que falta», dice. «El cuerpo ya provocaría de manera natural que las células madre regeneradoras acudieran al punto a reparar pero en muy poca cantidad, con lo que el proceso regenerador se prolongaría», añade el traumatólogo del ITRT. En la degeneración de las articulaciones que causa la artrosis, «la destrucción del cartílago vence a la creación de nuevo tejido, y con la aplicación de células mesenquimales sucede a la inversa», puntualiza Soler.
Otros de los ensayos clínicos que en la actualidad se están llevando a cabo en diferentes hospitales de la mano de las células madre mesenquimales es el tratamiento de pacientes con lesión medular y enfermedades que comportan cierto carácter autoinmune, como esclerosis múltiple o la enfermedad de Crohn. La investigación hospitalaria tiene entre manos también el estudio de las reacciones de las células madre en diferentes tipos de cáncer y en infartos de miocardio en los que la esperanza se fija en poder regenerar la zona del corazón que resulta dañada.
El laboratorio de la esperanza
«Los proyectos de aplicación terapéutica con células madre
se coordinan a través del subcomité de terapia celular y de críopreservación
del grupo Español de Trasplante Hemopoyético de la Asociación Española de
Hematología y de Hemoterapia», explica el director del Banc de
ProgenitorsHematopoètics de l’Hospital Clínic, el doctor Pedro José Marín. «A
parte del trasplante hemopoyético, los proyectos actuales se relacionan con la
exploración de la capacidad de regeneración vascular en pacientes diabéticos y
en personas con enfermedad coronaria avanzada, así como en el tratamiento de la
Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), además de las diferentes investigaciones
sobre el uso de progenitores mesenquimales como tratamiento inmunomodulador y
regenerativo», añade Marín. En el Instituto de Investigación Vall d’Hebron
(VHIR), existe un grupo de investigación específico de Biomédica en Células
Madre del Cáncer cuya diana ha sido el papel de las células madre cancerígenas
en la resistencia a la enfermedad.
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