La respiración es una de las
funciones que regula el sistema nervioso autónomo, una parte del sistema
nervioso central que es responsable de procesos del organismo que tienen lugar
sin que seamos conscientes ellos, como los latidos del corazón (y, como se ha
dicho, la respiración).
Como el sistema nervioso autónomo no suele verse afectado
por la esclerosis múltiple, los problemas de respiración directamente causados
por daños en los tejidos nerviosos son bastante raros.
Sin embargo, del mismo modo que la esclerosis múltiple puede
hacer que se debiliten los músculos de las piernas y los brazos, también puede
provocar un deterioro en los músculos que intervienen en el proceso de
respirar.
Las complicaciones debidas al debilitamiento de los músculos
respiratorios pueden constituir un problema significativo en las personas que
padecen esclerosis múltiple en fases avanzadas, que han perdido la movilidad y
además están expuestos a un riesgo incrementado de padecer neumonía.
También se han encontrado evidencias científicas de que
pueden presentarse alteraciones de la respiración incluso en personas que se
encuentran en fases iniciales de esclerosis múltiple y que conservan su
movilidad intacta. Por ese motivo, se recomienda fisioterapia con ejercicios de
respiración a todas las personas con esclerosis múltiple, como parte de una
rutina habitual en su plan de actividad física, independientemente de la fase
de la enfermedad en la que se encuentren. Esos ejercicios deberían incluir:
Técnicas de respiración diafragmática
Respiración profunda
Ejercicios de espirometría incentivada
Las alteraciones respiratorias pueden
presentarse de diversas formas:
Insuficiencia respiratoria aguda
Insuficiencia respiratoria crónica
Alteraciones en el control de la respiración
Debilidad en los músculos implicados en la respiración
Alteración de la respiración durante el sueño
Edema pulmonar neurogénico
Si un paciente experimenta alteraciones respiratorias
súbitas, es crucial que acuda al médico de forma inmediata, ya que éstas pueden
ser un indicador de infección u otro problema que será necesario tratar.
El tono muscular
Como se ha dicho, la mayor parte de los problemas
respiratorios que padecen las personas con esclerosis múltiple se deben a una
pérdida de tono muscular, o lo que es lo mismo, un progresivo debilitamiento de
los músculos. Es una situación típica de fases avanzadas, pero en realidad el
deterioro de los músculos (o pérdida del tono muscular) puede comenzar en fases
precoces.
Las personas con músculos respiratorios afectados tienen que
realizar esfuerzos mayores para inhalar y expulsar el aire. Este esfuerzo
continuado puede ser agotador, particularmente en personas que ya experimentan
fatiga debido a la esclerosis múltiple.
Las alteraciones respiratorias pueden, además, interferir
con el habla y la velocidad del discurso, creando dificultades para:
Llevar una conversación con ritmo
Elevar la voz
El logopeda puede recomendar ejercicios para mejorar el
discurso y la comunicación en estos casos.
Otras causas de alteraciones
respiratorias
Ciertos medicamentos pueden afectar a la capacidad
respiratoria:
Tranquilizantes
Relajantes
Analgésicos opioides
El empleo de estos fármacos debe ser monitorizado
atentamente en los pacientes con historia clínica de alteraciones respiratorias
o problemas para tragar.
Las alteraciones respiratorias también pueden presentarse
como resultado de una neumonía por aspiración, que se produce por la
incapacidad de expulsar secreciones de la nariz y la garganta, o por efecto de
la dificultad al tragar que produce la inhalación involuntaria de partículas de
comida que llegan a los pulmones.
Es crucial que un experto en estas patologías evalúe a
cualquier persona que refiera problemas al tragar sólidos o al beber. Además de
los ejercicios y otras formas de terapia para mejorar la capacidad del paciente
para tragar, el terapeuta puede recomendar cambios en la alimentación y en la
postura al comer para reducir al mínimo esos problemas.
Dado que la debilidad de los músculos que intervienen en el
proceso de la respiración puede presentarse en cualquier momento, muchos
especialistas en esclerosis múltiple recomiendan llevar a cabo evaluaciones
periódicas específicas para estas funciones (a intervalos de 1-3 años) a partir
del diagnóstico.
Lo más habitual es que estas evaluaciones las lleve a cabo
un fisioterapeuta o personal de enfermería con formación especializada en este
campo. Si la capacidad respiratoria se ve alterada de algún modo, se puede
recomendar un programa terapéutico para fortalecer los músculos y mejorar la
respiración.
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