La llegada
de las nuevas tecnologías puede suponer toda una revolución en el abordaje de
la Esclerosis Múltiple (EM). Así se puso de manifiesto durante la X Edición de
What’s New en EM 2018, organizada por la compañía Sanofi Genzyme, durante la
cual más de 80 neurólogos, especialistas en la patología de ámbito nacional,
repasaron los retos y oportunidades en el tratamiento de la enfermedad.
Aquí, Mar
Tintoré, responsable clínico asistencial del Cemcat en el Servicio de
Neurología/Neuroimmunología del Hospital Universitario Vall d’Hebron y una de
las coordinadoras del encuentro, aseguró que las nuevas tecnologías ya están
siendo decisivas para realizar un mejor seguimiento de los pacientes. De hecho,
dijo, en el Cemcat “ya trabajamos con herramientas para hacer una valoración
más exhaustiva del paciente, a través de escalas y poder así avanzar en el
abordaje de la enfermedad”.
Oscar
Fernández, también coordinador de la jornada e investigador senior en el
Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (Ibima), aseguró que “la
inteligencia artificial permitirá analizar todos los biomarcadores disponibles
para seleccionar los fármacos más eficaces”. Desde su punto de vista, es
necesario conocer “cuál va a ser el futuro del paciente en particular y eso
ayudará a tomar decisiones terapéuticas”. De este modo, dijo, los especialistas
podrán decidir qué tratamiento van a poner sin tener que esperar, y esto es, a
su juicio, un cambio fundamental. “Estamos asistiendo a lo que se llama un
cambio de paradigma. Ahora a los pacientes hay que tratarlos muy activamente
para evitar que la enfermedad progrese”, destacó.
En
definitiva, tal y como indicó José María Prieto, neurólogo del Complejo
Hospitalario de Santiago de Compostela (CHUS), “se trata de incorporar los
biomarcadores al diagnóstico” con el objetivo de determinar el tratamiento que
pueda adaptarse mejor a cada paciente.
En el marco
de la reunión, Manuel Comabella, jefe del laboratorio de Neuroinmunología
Clínica del Cemcat, desarrolló una charla específica de Neurofilamentos, que se
postula como biomarcador de la enfermedad y de su evolución en un futuro muy
próximo.
Por otro
lado, durante el encuentro se puso el foco en el cambio que se está produciendo
en el planteamiento de los ensayos clínicos. De este modo, Tintoré aseguró que
actualmente “ya se incluyen a pacientes con formas progresivas de esclerosis
múltiples, y no sólo con brotes”, lo que abre, dijo, una nueva perspectiva en
la investigación de nuevos fármacos que pueden cambiar la forma de abordar esta
patología. Esta idea, precisamente, fue compartida por Prieto, que destacó la
importancia de trabajar en la selección correcta de los pacientes.
Lo cierto es
que las innovaciones que están llegando al mercado están revolucionando el
abordaje de la patología, aportando una gran calidad de vida para estos
pacientes. “Ahora mismo tenemos bastantes medicamentos que permiten tratar la
enfermedad con eficacia y efectividad y esto ha cambiado también el pronóstico
de los enfermos”, explicó Fernández. “Hace unos 20 años, los pacientes
empezaban a caminar con bastón 15 años después de su diagnóstico. Ahora tardan
30. Con los tratamientos hemos impactado en la historia natural de la
enfermedad; pero especialmente ahora, con los fármacos nuevos que están
saliendo, esto se consigue con mucha mayor eficacia”, puntualizó el
investigador del Ibima.
Los datos en
vida real presentados durante la Reunión Anual de la Academia Americana de
Neurología (AAN) celebrada el pasado abril sobre alemtuzumab (comercializado
por Sanofi Genzyme como Lemtrada) han demostrado la durabilidad de la eficacia
durante siete años, tiempo durante el cual se ha reducido la tasa de brotes y
la atrofia cerebral y se ha mejorado la discapacidad.
Este fármaco tiene un
novedoso régimen posológico que consiste en dos cursos de tratamiento. El
primer curso se administra mediante infusión intravenosa durante cinco días
consecutivos, y el segundo curso se administra durante tres días seguidos, 12
meses después. Esto permite, tal y como apuntó Fernández, “que el paciente
pueda estar largos periodos de tiempo sin tratamiento, produciendo un
enfriamiento de la enfermedad”.
Asimismo,
durante la reunión también se abordaron las últimas novedades relacionadas con
atrofia cerebral y la relevancia de la afectación cognitiva en los pacientes
que sufren EM.
Virginia
Meca, neuróloga del Hospital Universitario de La Princesa, y Pilar Lafuente,
ginecóloga del Hospital Universitario La Paz, destacaron las distintas
disfunciones que sufren los pacientes con esclerosis múltiple y la importancia
del correcto abordaje y tratamiento de éstas para mejorar la calidad de vida
del paciente.
Para Oscar
Fernández, el gran reto que se presenta en la actualidad es “conseguir parar la
progresión de la enfermedad”. En este sentido, aseguró que “sobre la
inflamación cada vez tenemos más impacto y tenemos que ver si ese impacto es
capaz de retrasarlo e incluso de frenar por completo el proceso degenerativo”.
Aquí, Tintoré explicó que actualmente existen investigaciones que pueden
presentar oportunidades para frenar el avance de la enfermedad.
El encuentro
contó con la intervención de Rita Balice-Gordon, responsable global de I+D del
área de neurociencia de Sanofi Genzyme, que realizó un repaso de la estrategia
de investigación y desarrollo de la compañía farmacéutica no sólo en Esclerosis
Múltiple sino también en otras patologías neurológicas, como Parkinson y otras
enfermedades neurodegenerativas. En este sentido, Balice-Gordon puso en valor
las necesidades no cubiertas en el campo de la neurología. Destacando, por
ejemplo, que actualmente una de cada cuatro personas sufre un trastorno
neurológico o psiquiátrico. En cuanto al desarrollo y estrategia terapéutica de
la EM, Balice-Gordon destacó que los retos actuales en investigación se centran
principalmente en el área de inmunomodulación, neuroinflamación,
neuroprotección y remielinización.
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