MADRID, 11 Dic. (EUROPA PRESS)
Investigadores del Instituto de Ciencia Weizmann (Israel)
han hallado el mecanismo que subyace a la ansiedad, lo que podría servir para
ayudar a desarrollar nuevas terapias para aliviar los síntomas de esta
enfermedad que cada vez afecta a más personas.
Durante casi 20 años, los expertos han estudiado los roles
neuronales de las proteínas llamadas importinas, las cuales se encuentran en
todas las células y transportan moléculas al núcleo. El trabajo previo del
laboratorio se centró en el sistema nervioso periférico, si bien en el nuevo
intentaron comprobar si alguna de las importinas también desempeñaba un papel
en el sistema nervioso central, es decir, en el cerebro y en la médula espinal.
Para ello, cinco grupos de ratones, diseñados genéticamente
para carecer de genes de la subfamilia alfa de las importinas. Los
investigadores sometieron a estos ratones a una batería de pruebas de
comportamiento y encontraron que un grupo, los que carecían de importina
alfa-5, no mostraban ansiedad en situaciones de estrés.
Luego, los investigadores comprobaron cómo estos ratones
"más tranquilos" diferían de los regulares en términos de expresión
génica en ciertas regiones del cerebro involucradas en el control de la
ansiedad. Los análisis computacionales apuntaron a MeCP2, un gen regulador
conocido que afecta los comportamientos de ansiedad.
Así, comprobaron que la importina alfa-5 era crítica para
permitir la entrada de MeCP2 en los núcleos de las neuronas. Asimismo, los
cambios en los niveles de MeCP2 en el núcleo afectaron a los niveles de una
enzima involucrada en la producción de una molécula de señalización llamada
S1P.
En este sentido, en ratones que carecían de importina
alfa-5, MeCP2 no pudo entrar en los núcleos de las neuronas que controlan la
ansiedad, reduciendo así la señalización de S1P y disminuyendo la ansiedad.
MEDICAMENTOS EFECTIVOS
Después de realizar experimentos adicionales para confirmar
que efectivamente habían descubierto un nuevo mecanismo de regulación de la
ansiedad en el cerebro, los investigadores buscaron moléculas que pudieran
modificar este mecanismo.
Así, se dieron cuenta de que ya existen medicamentos que
modulan la señalización S1P como, por ejemplo, el fingolimod, se usa para
tratar la esclerosis múltiple. Cuando los investigadores probaron los efectos
del fingolimod en ratones normales, estos ratones mostraron una ansiedad
reducida, de manera similar a los ratones genéticamente modificados que carecen
del gen de la alfa-5 importina.
Además, los investigadores encontraron un informe anterior
de un ensayo clínico de fingolimod, según el cual el fármaco tuvo un efecto
calmante en pacientes con esclerosis múltiple.
"Nuestros hallazgos han abierto una nueva dirección para la investigación de los mecanismos de la ansiedad. Si entendemos exactamente cómo el circuito que hemos descubierto controla la ansiedad, esto puede ayudar a desarrollar nuevos medicamentos, o dirigir el uso de los existentes, para aliviar sus síntomas", han zanjado los expertos.
"Nuestros hallazgos han abierto una nueva dirección para la investigación de los mecanismos de la ansiedad. Si entendemos exactamente cómo el circuito que hemos descubierto controla la ansiedad, esto puede ayudar a desarrollar nuevos medicamentos, o dirigir el uso de los existentes, para aliviar sus síntomas", han zanjado los expertos.
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