El Hospital Nacional de Parapléjicos, centro dependiente del
Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), va a desarrollar un protocolo
para reparar el daño provocado por úlceras por presión en un periodo de tiempo
más corto y con mayor eficacia, a través del uso combinado de células madre y
progenitoras endoteliales del propio paciente con lesión medular, financiado
con fondos del Instituto Carlos III.
Las úlceras por presión son unas heridas que surgen en la
piel como consecuencia de una presión prolongada que corta la circulación
sanguínea y que acaba produciendo la muerte del tejido.
La iniciativa pretende aportar nuevas
soluciones para la recuperación de las úlceras por presión
Ante esta realidad, según ha explicado el doctor en
Biología, Rafael Moreno-Luna, “el objetivo principal del estudio preclínico
consiste en desarrollar una estrategia basada en el uso de células madre y
progenitoras endoteliales autólogas (procedentes del mismo paciente) que
permitan la reparación o la regeneración de heridas provocadas por estas
úlceras en pacientes con lesión medular, que sea segura, reduciendo el tiempo
de la reparación de los tejidos dañados y con una buena eficacia en la mayoría
de los pacientes tratados”.
Esta investigación preclínica tiene una evidente aplicación
en el paciente, ha detallado el científico
Moreno-Luna, quien ha señalado que “de hecho la iniciativa pretende
aportar nuevas soluciones para la recuperación de las úlceras por presión, tan
traumáticas en pacientes con lesión medular, y que representan un problema
frecuente al que se enfrenta el Servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva
de Parapléjicos”. A partir de esta terapia con células madre y progenitoras,
médicos e investigadores tratarán de dar respuesta a este problema.
La investigación está basada en el
conocimiento multidisciplinar
La iniciativa, basada en conocimiento multidisciplinar,
cuenta además con la colaboración de investigadores clínicos y básicos de otros
centros hospitalarios, como el Hospital Virgen de la Salud de Toledo y el
‘Boston Children´s Hospital-Harvard Medical School’ de EEUU, con los que
Moreno-Luna ha colaborado en otras ocasiones.
“Tras más de diez años recopilando información sobre cómo
obtener y usar estas células hemos mostrado que este protocolo podría ser
viable en humanos”, ha afirmado Moreno-Luna, y ahora, “desde el Hospital
Nacional de Parapléjicos pretendemos llevar nuestro conocimiento al paciente
con todas las garantías de seguridad, según las normas europeas”, ha indicado
el científico.
PROBLEMA DE GRAN CALADO
Las ulceras por
presión (UPP) son un importante problema de salud, que tienen que abordar por
diferentes motivos todos los hospitales y centros de salud pública y privadas.
Las UPP, limitan la calidad de vida de los pacientes que las padecen y su
tratamiento, consume una gran cantidad de recursos materiales y económicos de
los sistemas sanitarios.
Las UPP se
incrementan considerablemente en pacientes con movilidad reducida, como
personas de avanzada edad y lesionados medulares. En concreto, estudios epidemiológicos
han determinado que la incidencia de las UPP es de entre 23 y 33 por ciento o
más por año y hasta 95 por ciento durante la vida, en adultos con lesión medular
observándose una incidencia de hasta un 49 por ciento en pacientes en fase de
rehabilitación y que aquellos que requieran cirugía tienen hasta un aumento del
20 por ciento en la tasa de morbimortalidad.
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