Muchos pacientes con esclerosis múltiple se formulan la
pregunta de si hay alguna otra alternativa a la medicina “científica
tradicional”. Siempre hay que tener en
mente, que la medicina “científica tradicional” es la única en la que los
tratamientos han demostrado eficacia en ensayos clínicos, con las garantías
para demostrar la efectividad y el mejor perfil riesgo/beneficio.
Es importante que se tenga un conocimiento sobre que ofrece
la medicina alternativa, que en la mayoría de las ocasiones, no ha demostrado
su eficacia en la EM y carecen de rigor científico. Sin embargo, según una
encuesta realizada en Estados Unidos, la mitad de los pacientes con EM han
buscado alguna vez, algún remedio de este tipo para su enfermedad. Esto es en
parte debido, a la falta de un tratamiento curativo y, en ocasiones, al difícil
control de su evolución y de sus síntomas.
La llamada terapia alternativa abarca una serie de
sustancias, dietas, suplementos alimenticios, ejercicios mentales, físicos y
cambios en la forma de vida. Además, si se plantea que es inofensivo, el
paciente piensa “que no pasa nada por probarlo”. Por desgracia se puede perder mucho tiempo si
se escoge un camino equivocado.
Las terapias alternativas provienen también, de muchas
disciplinas, estas incluyen la acupuntura, la aromaterapia, la homeopatía, la
aromoterapia, la iridología, la reflexología, la medicina macrobiótica, las
técnicas de relajación, los masajes, la hipnosis, etc. Se ha evaluado que la
medicina alternativa mueve alrededor de 14.000 millones de dólares en Estados
Unidos.
Hay que tener en cuenta los siguientes argumentos:
No todas las sustancias que se utilizan en la medicina
alternativa son naturales e incluso una sustancia natural puede ser
peligrosa (el gynseng puede aumentar peligrosamente
la tensión arterial, por ejemplo).
La terapia alternativa puede tener su riesgo. Siempre hay
que consultar al neurólogo para evaluar riesgo/beneficio.
Hay que tener en cuenta el efecto placebo. Este efecto
placebo se ha eliminado en los tratamientos farmacológicos convencionales en
los que se ha realizado un ensayo clínico. Si aparece mejoría, puede ser por la
propia evolución de la enfermedad, aunque siempre será una muy buena noticia.
Este tipo de medicina nunca debe de sustituir los tratamientos
aplicados por el neurólogo, en su caso deben de ser complementarios y siempre
supervisados por dicho especialista.
Las personas que estén considerando utilizar estas terapias
alternativas, deberían de responderse a estas preguntas:
¿Qué implica el tratamiento?
¿Cuáles son los riesgos?
¿Ha demostrado alguna eficacia?
¿Cuánto cuesta?
Cuidado con los fraudes, poner demasiada ilusión en un
tratamiento no comprobado con falsas expectativas, puede causar frustración y
sensación de fracaso. Hay señales de alarma que nos deben de poner sobreaviso
de posibles fraudes:
Hay que pagar por adelantado.
La “fórmula” es secreta.
Los promotores dicen que el tratamiento es curativo.
El médico alternativo no quiere trabajar con un neurólogo o
con otro médico convencional.
La publicidad utiliza testimonios de “enfermos que se han
curado” que son identificados con un número o con iniciales.
La venta es solo por Internet.
Artículo de prensa que confunde publicidad con noticia.
Promoción por teléfono o correo directo.
TERAPIAS ALTERNATIVAS MÁS COMUNES:
Terapia de quelación:
un ácido cristalino EDTA se inyecta en la sangre. Es un tratamiento que se
utiliza para la intoxicación por metales. No tiene ningún valor ya que no se ha
demostrado que la EM se produzca por intoxicación por metales pesados (plomo,
mercurio etc..).
Retirada en empastes
dentales: totalmente ineficaz
Tai Chi: es
inofensivo y puede mejorar la sensación de bienestar. Puede mejorar el
equilibrio, la fatiga y la ansiedad; en personas con EM.
Suplementos
vitamínicos: La falta de vitamina D puede estimular el sistema inmunológico
y empeorar el pronóstico de la EM. Se deberán de tomar suplementos de esta
vitamina si los niveles en sangre son bajos. Tiene que haber una supervisión de
un neurólogo. Hay que tener una especial
vigilancia sobre los niveles de esta vitamina en mujeres, personas con una
actividad física disminuida, baja exposición al sol y tratamiento frecuente con
corticoides. El resto de las vitaminas se pueden tomar con una dieta
equilibrada.
Minerales: Es
difícil de determinar el efecto de los suplementos minerales en pacientes con
EM. El selenio (pescados, legumbres, cereales carnes, leche, etc.), tienen
poderes antioxidantes. El calcio es
importante para evitar la osteoporosis, sobre todo con la toma frecuente de
corticoides. Los suplementos de Zinc pueden agravar la EM por el estímulo que produce sobre el sistema inmune.
Herboristeria: El
Ginko Biloba puede mejorar la función cognitiva en pacientes de edad. No
demostrado en la EM. La Echinacea púrpurea (especie de margaritas) puede
estimular el sistema inmune y tiene un riesgo teórico de empeorar la EM. La
Hierba de San Juan, a algunas personas le mejora la ansiedad y el estado de
ánimo. La valeriana puede ser útil como inductora del sueño. El Ginseng puede
aumentar la TA y estimular el sistema inmune. Mención especial merecen los
arándanos. El zumo de dicho fruto puede tener un efectos bactericida sobre los
gérmenes que causan infecciones de orina (frecuentes en mujeres con EM). Se
puede utiliza como añadido al tratamiento antibiótico, no sustituyéndolo.
Aunque hay que tener la mente abierta hay que ser escéptico
ante todo tratamiento que no haya demostrado su eficacia bajo la supervisión de
ensayos clínicos y debemos de pensar que no todas las terapias de la medicina
alternativa son inocuas.
Dr. Antonio Yusta
Izquierdo
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