Los científicos han utilizado la impresión 3D para crear un
modelo que se podría utilizar para ayudar en el descubrimiento de medicamentos
para tratar la EM.
Last updated: 15th February 2018
Los últimos avances en la tecnología de impresión en 3D han
abaratado, democratizado y generalizado su uso. La comunidad científica ha
aprovechado esta tecnología para imprimir de todo: desde vasos sanguíneos,
válvulas cardiacas, orejas y prótesis y para reconstruir órganos enteros. Un
grupo de científicos norteamericanos la ha utilizado ahora para generar un
modelo que podría beneficiar a las personas con EM.
En [este artículo], publicado en la prestigiosa revista
Nature, los científicos describen cómo han utilizado la impresión 3D para
producir axones humanos que les permitan estudiar los efectos de posibles
terapias reparadoras de la mielina.
En la EM, el sistema inmunológico daña la capa protectora de
mielina de las fibras nerviosas, alterando la capacidad de las células
nerviosas para emitir señales de manera eficaz. Se están dedicando esfuerzos
considerables en la investigación de la EM dirigidos a encontrar compuestos
capaces de restaurar la capa de mielina en las fibras nerviosas. No obstante,
un gran obstáculo al que se enfrentan los científicos en esta búsqueda de
tratamientos para la EM de nueva generación es el coste y el tiempo requeridos
para probar los efectos de varios posibles fármacos en la reparación de la
mielina.
Un planteamiento diferente
En el laboratorio, los científicos utilizan actualmente
varios sistemas para probar los efectos de los medicamentos sobre la
mielinización. No obstante, estos modelos son limitados; mientras que unos se
crean a partir de materiales más robustos y rígidos que los nervios humanos,
como el vidrio, otros usan cultivos de células nerviosas reales en una placa,
un método que no resulta nada práctico dado la elevada cantidad de tratamientos
diferentes que necesitan ponerse a prueba.
Por su parte, los «axones» impresos en 3D poseen propiedades
físicas y mecánicas similares a los axones presentes en el cerebro humano. Los
científicos tienen la capacidad de cambiar las propiedades de los axones
artificiales con el fin de probar y descubrir diferentes aspectos de la
mielinización e imitar los axones tanto sanos como dañados.
Para probar que los axones impresos en 3D funcionan como un
modelo realista, los científicos cultivaron células productoras de mielina
(oligodendrocitos) en presencia de dichos axones artificiales. Los
oligodendrocitos fueron capaces de adherirse a los axones impresos, producir
mielina y envolverse en ella, imitando el proceso que tiene lugar en el cerebro
humano. El equipo también descubrió que la mielina recubría preferentemente
aquellas fibras más finas y rígidas, en detrimento de las fibras más anchas
aunque más flexibles.
Este supone un uso prometedor de esta tecnología en
constante evolución. Estos axones impresos en 3D poseen el potencial, no solo
de ayudar a los científicos a realizar descubrimientos fundamentales acerca del
proceso de mielinización, sino que también permiten estudiar, de manera barata
y rápida, grandes grupos de medicamentos con potencial curativo, antes de pasar
a los ensayos en humanos.
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