El componente genético y el componente ambiental tienen la
misma importancia en las enfermedades neurológicas
Buenas noticias para la investigación en Enfermedades
Neurodegenerativas, en general, y Esclerosis Múltiple, en particular. El Dr.
Francisco Quintana, de la Universidad de Harvard, ha encontrado un método que
revela contaminantes ambientales asociados a la EM y posibles terapias.
“Todas las enfermedades neurológicas e inflamatorias tienen
un componente ambiental que es igual de importante que el componente genético.
Ya existen métodos para identificar componentes genéticos de forma sistemática.
El problema era que no existía un método sistemático para identificar factores
ambientales y su impacto en el desarrollo de las enfermedades“, asegura el Dr.
Francisco Quintana.
El argentino ha hallado una manera de definir el exposoma
(factores ambientales asociados a enfermedades). Ya había descubierto que las
bacterias que están en el microbioma de cada persona (denominadas como “flora
intestinal”) pueden jugar roles clave para interactuar con el cerebro y limitar
el avance de enfermedades como la Esclerosis Múltiple. Dicho estudio
(desarrollado en el marco del proyecto Proyecto M1 asociado a la Alianza
Internacional de EM Progresiva) daba a conocer que la dieta y la flora
intestinal influenciada por ella pueden actuar sobre el sistema inmune para
limitar la inflamación y el daño neuronal.
En esta ocasión, ha desarrollado un método rápido que le
permitió descubrir que un herbicida, el linurón, puede llevar al desarrollo de
una enfermedad crónica e inflamatoria del sistema nervioso central como lo es
la Esclerosis Múltiple.
Para ello ha contado con un método bioinformático que le ha
ayudado a predecir cuáles de los factores ambientales tienen cierta
probabilidad de modificar alguna vía de señalización genética asociada a la EM.
Con este método se abre la puerta al posible desarrollo de
terapias más específicas. Al identificar la vía molecular que conduce al
desarrollo de la Esclerosis Múltiple, se encontraron potenciales blancos
terapéuticos. En ese sentido, el Dr. Francisco Quintana ha explicado: “Una vez
que identificamos que la vía forma parte de la respuesta pro-inflamatoria en la
Esclerosis Múltiple y potencialmente en otras enfermedades neurodegenerativas,
estamos interesados en explotarla para hacer una terapia”.
Encontrar factores ambientales asociados a enfermedades
neurológicas podrá ayudar a tomar decisiones de salud pública, como controlar
mejor el uso de contaminantes, por un lado, y a contar con mejores terapias,
por otro.
El Dr. Francisco Quintana, que estudió Biología en la UBA
(Universidad de Buenos Aires) y cuenta con un doctorado en Inmunología del
Instituto de Ciencia Weizmann de Israel, recibirá el premio ‘Investigador en
Biociencias’, entregado por la Asociación Estadounidense de Inmunólogos.
Quintana colabora estrechamente con entidades dedicadas a mejorar la vida de
las personas con Esclerosis Múltiple, como la MSIF (Multiple Sclerosis
International Federation) y la National MS Society (USA).
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