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domingo, 10 de febrero de 2019

¿Conoces el tratamiento de la neuralgia del trigémino?



Diego J. Pereira  2019-01-24 

El tratamiento de las neuralgias puede ser aparatoso en la mayoría de las ocasiones, e incluye terapia farmacológica, quirúrgica y psicológica.

Distintas enfermedades desmielinizantes o aquellas que provoquen compresión del nervio (como un tumor expandiéndose) pueden originar dolor en el territorio de inervación de dicha estructura, que en el caso del nervio trigémino se conoce como neuralgia del trigémino.
Sus síntomas son tan característicos que pueden ser suficientes para establecer el diagnóstico.

Sin embargo, los elementos terapéuticos disponibles son muy amplios teniendo en cuenta la gran variabilidad de respuesta al tratamiento en cada paciente. Es sobre las principales opciones terapéuticas para esta enfermedad de lo que se hablará a continuación.

¿QUÉ ES LA NEURALGIA DEL TRIGÉMINO?

Se trata de la afección (multicausal) del quinto par craneal (el nervio trigémino), un extenso nervio mixto que permite la inervación de buena parte del territorio facial.

Clínicamente la neuralgia del trigémino se caracteriza por dolor sumamente intenso que se presenta de manera repetitiva a lo largo del día, durando unos pocos segundos, asemejando una sensación de “latigazo”.

En la actualidad se conocen numerosos mecanismos que intentan explicar este fenómeno. Por ejemplo, se piensa que algunos eventos pueden desencadenar la desmielinización de una de las estructuras que se encuentran a lo largo de la trayectoria del nervio (el ganglio), originando un aumento de la sensibilidad de las fibras nerviosas.

Por otro lado, algunas anomalías anatómicas podrían condicionar la compresión del nervio a lo largo de su recorrido (particularmente en su entrada en la protuberancia, la porción media del tallo encefálico).

Clínicamente también es posible dividir el dolor de la neuralgia en típico y atípico. El atípico es aquel que se produce posterior a algún evento externo o interno, como la compresión por un tumor, los traumatismos y las infecciones.

¿CÓMO ES EL TRATAMIENTO DE ESTA NEURALGIA?

El tratamiento debe ser multidisciplinario y con varios enfoques farmacológicos. Primero, existen fármacos que intervienen en la excitabilidad y sensibilidad de las neuronas.

Luego, están los fármacos que disminuyen la intensa sensación dolorosa. Por último, el apoyo psicológico durante todo el tratamiento y algunas intervenciones (que son necesarias en casos refractarios a todo el tratamiento antes mencionado) pueden llegar a utilizarse en algunos pacientes.

TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO

El fármaco más respaldado por estudios y la evidencia es la carbamazepina, un anticonvulsivo que interviene en la entrada de sodio dentro de las neuronas y, por ende, altera su excitabilidad. Los resultados son sumamente satisfactorios, evidenciándose mejoría clínica en los primeros dos días de tratamiento.

Por otro lado, dada la baja cantidad y frecuencia de efectos adversos, algunos prefieren usar la gabapentina como el medicamento de elección. Su mecanismo de acción como aliviador del dolor parece estar relacionado con un efecto importante sobre canales de calcio en las neuronas.

Existen otros fármacos utilizados con relativa frecuencia como la lamotrigina, la cual posee un mecanismo de acción similar a la carbamazepina. El baclofen, ácido valproico, fenobarbital y clonazepam también suelen ser utilizados, aunque con relativa efectividad.

Sin embargo, cualquiera de los tratamientos farmacológicos antes descritos deben ser de indicación exclusiva por parte del médico especialista, ya que la información siempre es individualizada dependiendo de las características clínicas de cada paciente.

TRATAMIENTO NEUROQUIRÚRGICO

Es interesante el hecho de que existe tratamiento quirúrgico que se utiliza en pacientes refractarios a la terapia farmacológica, con resultados muy favorables. Sin embargo, en este caso siempre debe considerarse la relación riesgo/beneficio en pacientes en riesgo, como los adultos mayores.

Existen tratamientos destructivos relacionados con la eliminación de ciertas partes del nervio (específicamente sobre el ganglio del mismo) y no destructivos.

Otras opciones incluyen la rizotomía percutánea con radiofrecuencia y la radiocirugía estereotáctica.





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