Dunia Chappotin
2018-08-17
Más del 50% de los pacientes tratados
con inyecciones de toxina botulínica tipo A de 100 unidades (comercializada
bajo la marca BOTOX) lograron controlar completamente la incontinencia
urinaria.
Según reflejan los resultados de un ensayo clínico de fase
III, las inyecciones de toxina botulínica tipo A (BOTOX) de 100 unidades pueden
ser un tratamiento efectivo y bien tolerado en pacientes con EM con
incontinencia urinaria debido a hiperactividad neurogénica del detrusor que no
usan sondas vesicales.
En la actualidad el tratamiento con BOTOX se administra a
aquellos pacientes que no han respondido bien a otras medidas terapéuticas,
como el tratamiento con fármacos anticolinérgicos o las modificaciones en los
hábitos de vida.
La dosis de 200 unidades es sobre las que se tienen datos de
eficacia en la población con EM, pero los resultados de este ensayo clínico,
publicados en Neurology, sugieren que la dosis de 100 unidades puede ser igual
de efectiva y que, además, se asocia a menos complicaciones.
Más del 50% de los pacientes logró
estar libre de incontinencia urinaria
En el ensayo clínico participaron 144 pacientes con EM que
padecían incontinencia urinaria como consecuencia de la hiperactividad
neurogénica del detrusor, una alteración que frecuentemente es el resultado de
las lesiones en la médula espinal que experimentan los enfermos.
Además de incontinencia, los pacientes con hiperactividad
neurogénica del detrusor pueden experimentar urgencia urinaria y aumento de la
frecuencia de micción.
En el ensayo 66 pacientes recibieron el tratamiento con
BOTOX, mientras que a 78 se les trató con una sustancia placebo.
Los investigadores observaron que en el grupo al que se
administró BOTOX, 53,0% de los pacientes logró estar libre de incontinencia a
la sexta semana después de haberse aplicado el tratamiento, cifra que solo
llegaba al 10.3% entre los que recibieron el placebo.
Además, también se reportaron mejorías en relación a la
urgencia urinaria en el grupo tratado con BOTOX.
Hablemos de eventos adversos
Aunque en más de la mitad de los pacientes el tratamiento
fue muy efectivo, este no estuvo libre de eventos adversos.
El más común fue la infección del tracto urinario, seguido
de la necesidad de realizar sondaje vesical intermitente limpio debido a la
retención de orina en 15.2 % de los pacientes tratados con BOTOX.
Esta última cifra, que a primera vista es un resultado
negativo, en realidad representa la principal ventaja de la toxina botulínica
tipo A de 100 unidades.
En un ensayo clínico en el que se evaluó el efecto de la
toxina botulínica tipo A de 200 unidades, 31.4% de los pacientes terminó
realizando sondaje vesical intermitente.
Eso sí, los investigadores advierten de que con los datos
actuales no se pueden realizar juicios concluyentes sobre las posibles ventajas
y desventajas de una u otra dosis, debido a que no han sido evaluados en un
mismo ensayo clínico.
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