LAURA TARDÓN Madrid CARLOS ONETTI (VÍDEO)
14 AGO. 2018 11:50
La mezcla de
ozono y oxígeno no ha demostrado su utilidad como tratamiento médico.
Ni para el asma ni el cáncer ni el Alzheimer. No hay ninguna
evidencia científica creíble que avale la utilidad de este tratamiento
Se postula como tratamiento contra el asma, el pie
diabético, la artritis, incluso contra la esclerosis múltiple, el cáncer, el
sida y el Alzheimer. La ozonoterapia no parece tener límites en su poder de
curación porque, según argumentan aquellos que la ofrecen, la mezcla de oxígeno y ozono que
administran en el organismo aumenta la capacidad del cuerpo para destruir las
células causantes de enfermedades.
Sin embargo, "este pseudotratamiento es un engaño
mayúsculo que debemos denunciar", sentencia Jerónimo Fernández Torrente,
coordinador del Observatorio contra las pseudociencias, pseudoterapias,
intrusismo y sectas sanitarias que la Organización Médica Colegial (OMC) puso
en marcha hace poco más de un año. "No hay ninguna evidencia científica
creíble que avale el uso del ozono como un tipo de terapia médica, ni mucho
menos para enfermedades serias como el cáncer". De hecho, agrega este
experto, "se han publicado informes y artículos médicos sobre muertes de
pacientes con este método".
Tiene que quedar claro: "La ozonoterapia no está
aprobada ni por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ni por la Americana
(FDA)", recalca Fernández Torrente. De hecho, expone Begoña Barragán,
presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac), "en Estados
Unidos está prohibido su uso y la venta de máquinas de ozonoterapia".
El problema, recuerda el coordinador del Observatorio contra
las pseudociencias de la OMC, es que "en España aún no hay legislación que
prohíba al menos las más peligrosas y esto permite a cualquiera poner un local
y ofrecer terapias sin evidencia científica".
No obstante, la ciencia es clara. "A día de hoy no hay
ningún estudio científico que valide la utilidad de la ozonoterapia en
tratamientos contra enfermedades como el cáncer. Lo que sí se sabe es que las
terapias con ozono pueden ser perjudiciales para la salud", argumenta
Begoña Barragán, presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac).
Al fin y al cabo, "el ozono es un gas tóxico, no es inocuo. Debemos ser
muy cautelosos y rigurosos".
"Cuando se descubrió que al ser tóxico podía tener un
efecto beneficioso contra organismos que pudieran ser infectantes o
contaminantes, se empezó a utilizar para la limpieza de quirófanos",
apunta Miguel Ángel Sánchez Chillón, presidente del Ilustre Colegio Oficial de
Médicos de Madrid (Icomem).
Después, se trasladó
esta teoría al poder regenerativo de células en el organismo. De esta manera,
se comenzó a proponer la insuflación de una mezcla de oxígeno y ozono al cuerpo
por diversas vías. Desde las inyecciones intramusculares, intra-articulares o
subcutáneas hasta la vía rectal, vaginal y endonasal, "estas últimas
especialmente peligrosas", subraya el coordinador del Observatorio de la
OMC.
Como relata Fernández Torrente, "esta molécula de tres
átomos de oxígeno (ozono) conlleva riesgos: aumenta la producción de las
hormonas tiroideas y en las personas con antecedentes cardiovasculares o
hipertensas, el incremento de producción de adrenalina y noradrenalina puede
suponerles un problema. Además, existen otros efectos secundarios relacionados
con la insuficiencia renal".
En palabras del
presidente de Icomem, "cuando ha
pasado tanto tiempo y no hay ensayos clínicos que demuestren utilidad en ningún
campo de la medicina significa que no hay absolutamente ninguna evidencia".
Sólo se han podido encontrar en la literatura científica "algunos
artículos con resultados esporádicos en el tratamiento de los dolores lumbares,
que ofrecen resultados positivos, aunque ninguno de ellos es contrastable en la
actualidad", según indica Fernández Torrente. Aparte de esto, no hay
ensayos a doble ciego que demuestren nada más allá del efecto placebo.
El reclamo siempre
alude a lo natural del tratamiento y su inocuidad, y si además lo ofrecen
médicos, a cualquier persona en situación de vulnerabilidad le resultaría fácil
de creer. Pero "no sólo es un engaño sino que no se ajusta a la medicina
basada en el método científico que debemos defender", afirma Fernández
Torrente. A veces se juega a la confusión con los usos médicos comunes del
oxígeno y estos, subraya este experto, "nada tienen que ver con la
ozonoterapia". En ocasiones, "se utiliza oxígeno medicinal para subir
el nivel de saturación de oxígeno en la sangre en casos por ejemplo de enfermedad
pulmonar y también usamos el oxígeno hiperbárico para algunas patologías, pero
esto no es ozonoterapia".
Engaños en situación de enfermedad y
vulnerabilidad
"Cuando hay una enfermedad incurable o con mal
pronóstico, el grado de desesperación hace que la persona pruebe lo que haga
falta. Desde el punto de vista humano, es comprensible", señala el
presidente de Icomem. Pero dados los riesgos que conlleva, no siempre por la
propia terapia sino porque aleja al paciente de los tratamientos
convencionales, los expertos consultados por este periódico están de acuerdo en
que convendría regular cuanto antes las pseudociencias.
En general, señala el experto, "la supervivencia de
este tipo de terapias se basa en que no son demasiado dañinas y no generan un
rechazo de inmediato. ¿Qué mal pueden hacer? El problema es que distraigas el
verdadero camino con tratamientos convencionales por entretenerte con abordajes
sin fundamento".
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