Lechner Rodríguez Aguilar
2018-08-06
La proteína tau mutada es el principal constituyente de los
ovillos neurofibrilares. La cantidad de estos ovillos correlaciona con la
intensidad de varios tipos de demencias.
El cerebro de los adultos sanos posee alrededor de 100
billones de neuronas, cada una de estas células posee un soma o cuerpo y varias
dendritas o proyecciones.
Las neuronas especializadas en conducir impulsos nerviosos
poseen una única prolongación a partir del soma que recibe el nombre de axón.
A lo interno del axón, dispuesta de forma longitudinal, se
encuentra una estructura conocida como citoesqueleto; que participa en las
funciones de transporte de nutrientes y mantenimiento de la integridad
neuronal.
Esta infraestructura posee tres componentes principales:
neurofilamentos, microfilamentos y microtúbulos.
En particular, los microtúbulos están formados por alfa y
beta tubulina, estabilizadas gracias a la unión de la proteína tau.
Otras funciones de la proteína tau
Además de cumplir un rol principal en el ensamblaje y
estabilización de los microtúbulos, tau participa en otros eventos, por
ejemplo:
Regulación del transporte axonal de nutrientes.
Neurogénesis (formación de nuevas neuronas).
Regulación de varias rutas de señalización hacia el interior
neuronal.
Establecimiento de la polaridad neuronal (entiéndase por
polaridad al sentido en el que fluye la información).
Formación de los ovillos
neurofibrilares
La proteína tau normalmente posee un número limitado de
modificaciones químicas irreversibles (fosforilaciones) en su estructura.
Cuando este número de modificaciones aumenta, la proteína se
agrupa en lo que se conoce como ovillos neurofibrilares.
Varias investigaciones genéticas sugieren que el aumento en
el número de modificaciones se debe a la ocurrencia de mutaciones en el gen que
codifica a la proteína.
La consecuencia directa de los ovillos es la
desestabilización de la estructura de los microtúbulos, pues tau deja de
cumplir sus funciones para agruparse.
¿Dónde se ubican los ovillos
neurofibrilares?
Los ovillos neurofibrilares son una de las características
histológicas más importantes de la enfermedad de Alzheimer.
Se encuentran en el citoplasma neuronal y su número está
directamente relacionado con la severidad de la demencia.
Se ha demostrado que suelen ser más abundante en las áreas
donde es más intensa la destrucción neuronal.
Siendo las zonas importantes para la memoria, como el
hipocampo y las zonas adyacentes al lóbulo temporal, las que con más frecuencia
resultan afectadas.
Formación de los ovillos en otras
enfermedades
Estos conglomerados no son exclusivos de la demencia causada
por enfermedad de Alzheimer.
También aparecen en otras patologías neurodegenerativas como
la demencia acompañada de parkinsonismo, la parálisis supranuclear progresiva y
la demencia de tipo frontotemporal.
Aunque los estudios genéticos han permitido entender mejor
el origen de los depósitos intracelulares de la proteína tau, aún muchas
interrogantes permanecen sin ser aclaradas.
Por esta razón, el estudio de las enfermedades
neurodegenerativas debe continuar, con el objetivo de conocer mejor sus
mecanismos patogénicos y establecer estrategias terapéuticas capaces de detener
e idealmente revertir su progresión.
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