Un nuevo estudio indica que la tasa de atrofia cerebral o
contracción del cerebro puede ser un indicador importante del avance de la
enfermedad.
Last updated: 15th June 2018
La atrofia cerebral o la contracción del cerebro es un
proceso normal del envejecimiento, que se puede dar con mayor celeridad en
personas con EM
La tasa de atrofia cerebral puede ser un indicador
importante del avance de la enfermedad
La atrofia cerebral puede ser un importante indicador de la
RM que ofrece más información, aparte de las lesiones cerebrales
La atrofia cerebral o encogimiento cerebral es un proceso
normal del envejecimiento que todos sufrimos alrededor de los 25 años. Existen
muchas teorías sobre por qué ocurre esto y es posible que existan diferentes
factores que influyan en la velocidad a la que nuestros cerebros pierden
volumen.
De media, perdemos entre el 0,5 % y el 1 % de nuestro
volumen cerebral cada año. Aunque esto varía dependiendo de la persona, para
aquellas que viven con EM este porcentaje puede ser ligeramente mayor. Para
medir la tasa de atrofia cerebral se necesitan realizar exploraciones con RM de
alta calidad y cálculos complejos para determinar el volumen del cerebro y la
cantidad que cambia con el tiempo: un procedimiento complicado.
Aunque es complicado, este proceso puede facilitar
información de interés sobre la atrofia cerebral más allá de las lecturas de la
RM, como la ubicación y el tamaño de las lesiones cerebrales. Aunque las
lesiones se usan de forma rutinaria como indicadores, su número, tamaño y
ubicación no siempre están relacionados con la discapacidad que una persona
pudiera tener o desarrollar.
Es muy importante disponer de buenos indicadores para
predecir el desarrollo de la enfermedad y controlarla con exactitud para ayudar
a prevenir la acumulación de discapacidades y detener el avance de la actividad
de la enfermedad.
Un grupo de científicos internacionales del Reino Unido,
Europa y los EE. UU. han llevado a cabo un estudio sobre la atrofia cerebral en
personas con EM primaria progresiva. En este estudio, publicado en Annals of
Clinical and Translational Neurology, utilizaron el grupo de control (no
tratado) que participa en un ensayo clínico de fingolimod en la EM progresiva,
conocido como el ensayo INFORMS. Al usar este grupo, los investigadores
tuvieron la ocasión de utilizar la información exhaustiva recopilada con
anterioridad sobre estas 487 personas con EM primaria progresiva, incluidas
varias RM de sus cerebros y otros exámenes clínicos.
Durante el estudio, los participantes presentaron bajos
niveles de inflamación en el cerebro como lo indican las lesiones nuevas o
crecientes que se aprecian en la RM, a pesar del avance continuo de la
discapacidad. También presentaron un nivel bajo de recaídas, aunque las RM
aportaron pruebas de la existencia de una importante actividad inflamatoria
previa.
Sin embargo, cuando los científicos examinaron la tasa de
pérdida de volumen cerebral, hallaron que existía una relación entre la
cantidad de volumen cerebral perdido y el avance de la discapacidad. Las
personas que experimentaron una mayor pérdida de volumen cerebral sufrieron una
mayor discapacidad y un avance más acentuado de la enfermedad al final del
período de estudio. Estos resultados indican que existe una relación entre la
pérdida de volumen cerebral y el avance de la enfermedad en personas con EM
primaria progresiva, que coincide con los datos de aquellos con EM
recurrente-remitente.
En este estudio, la falta de inflamación activa, tal y como
se aprecia en las lesiones de las RM de personas con EM primaria progresiva,
indica que la pérdida de volumen cerebral no depende de los niveles de
inflamación del cerebro. Esto puede explica por qué algunos tratamientos
antiinflamatorios que han funcionado bien en la EM recurrente-remitente no funcionan
de la misma manera en la EM primaria progresiva.
Uno de las dificultades a las que se enfrenta el desarrollo
de medicamentos para la EM primaria progresiva es la falta de indicadores en
ensayos clínicos para determinar si alguna intervención es efectiva o no. Los
resultados de este estudio refuerzan la idea de que las nuevas lesiones o las
lesiones que van en aumento, como se puede apreciar en la RM, no son
indicadores adecuados para la EM primaria progresiva. En cambio, las mediciones
de volumen cerebral podrían ser, en parte, un indicador adecuado para ayudarnos
a encontrar, de forma más rápida, nuevos fármacos para tratar la EM progresiva.
Otro estudio actual relacionado indica que la pérdida de volumen cerebral en
zonas específicas del cerebro puede ser un indicador más susceptible para el
avance de la enfermedad que el volumen total del cerebro.
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