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martes, 10 de julio de 2018

La ansiedad en la esclerosis múltiple: ¿cómo podemos evitarla?



La ansiedad es un problema de salud relativamente común, ya que puede afectar a un tercio de las personas con esclerosis múltiple (e incluso a cerca de la mitad de todos ellos según algunos estudios).
Dado que la enfermedad es impredecible, no es sorprendente que los pacientes experimenten inquietud e incluso ansiedad tras el diagnóstico.

Muchos expertos consideran que la ansiedad es probablemente una de las consecuencias menos identificadas y tratadas de todos los efectos psicológicos que puede tener vivir con esclerosis múltiple.

No parece que la ansiedad sea resultado de la enfermedad en sí (por el daño que ésta implica en el sistema nervioso), sino más bien una consecuencia de la realidad a la que se tienen que enfrentar los pacientes.

La bibliografía científica en general sugiere que los niveles de ansiedad son más altos en el momento de presentarse la enfermedad, inmediatamente después del diagnóstico, y que tienden a presentarse junto con depresión, que puede ser entre moderada y severa.

Si la ansiedad no se diagnostica y se trata, puede empeorar y deteriorar en gran medida la calidad de vida, además de comprometer el cumplimiento de la terapia de la esclerosis múltiple. Por poner un ejemplo, un estudio en este campo mostró que solo un tercio de las personas con esclerosis múltiple y ansiedad son debidamente diagnosticadas y tratadas por un psiquiatra.

Síntomas de ansiedad

El espectro de trastornos por ansiedad puede incluir ataques de pánico, fobias, trastorno obsesivo-compulsivo, y trastorno por ansiedad generalizada. Este último es más prevalente en los pacientes con esclerosis múltiple, seguido por el trastorno por pánico y el trastorno obsesivo-compulsivo. Las personas con mayor riesgo de sufrir ansiedad son las mujeres, particularmente las que tengan una historia clínica previa de depresión, abuso de sustancias o aquellas que viven en un entorno social con factores estresantes.

Ejemplos de síntomas físicos de ansiedad:

Temblores
Palpitaciones o incremento del ritmo de los latidos del corazón
Sequedad de boca
Falta de aliento
Náuseas
Sensación de frío o calor
Hormigueo en los dedos de las manos o los pies
Confusión
Fatiga/mareos
Tensión muscular
Inquietud
Insomnio
Aumento de la frecuencia en la micción

Ejemplos de síntomas psicológicos de ansiedad

Infelicidad crónica
Tendencia a la preocupación, la culpa o la sensación de no tener el control
Indecisión
Sentimiento de ser criticado o tendencia a sentirse avergonzado
Rigidez, inflexibilidad respecto a los cambios
Hostilidad e ira
Repetición de conductas o pensamientos
Excesiva preocupación respecto a la salud
Pesimismo en cuanto a lo que depara el futuro

Evaluación y tratamiento de la ansiedad

Existen diversos instrumentos clínicos útiles para medir con objetividad los niveles de ansiedad que padecen todos los pacientes, incluidas las personas con esclerosis múltiple:
La escala de Hamilton (HAS)
La escala hospitalaria de depresión y ansiedad (HAD)
El cuestionario STAI

La ansiedad puede abordarse de diferentes formas. Tras la evaluación de un profesional de la salud, se puede ofrecer psicoterapia, o un abordaje cognitivo-conductual, así como técnicas de relajación o farmacoterapia (medicamentos).

Un psicólogo, un profesional especializado en el tratamiento de la esclerosis múltiple (que puede ser un consejero o personal de enfermería) pueden ayudar a hacer frente a la ansiedad relacionada con la enfermedad.

La ansiedad no es un síntoma menor y, como todos los síntomas de la esclerosis múltiple, debe ser evaluado por un profesional y abordado de la mejor manera para facilitar la mejor calidad de vida posible para el paciente.




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