Redacción TiTi
2018-07-16
Investigadores de la Washington University School of
Medicine en St. Louis, EE.UU, realizarán un ensayo clínico para evaluar el
impacto del ayuno intermitente en la esclerosis múltiple (EM). El ensayo viene
después de que un estudio en animales de experimentación reflejara beneficios
de esta práctica.
La neuróloga Laura Piccio tiene claro algunas realidades:
La gente escucha estas historias milagrosas sobre pacientes
que recuperan la capacidad de caminar después de comenzar esta dieta y cosas
así, y todos quieren creerlo.
Más que quererlo, necesitamos creerlo; la esperanza es una
de las grandes salvaguardas de la vida.
Y aunque esa suerte de instinto básico abre la puerta a
cuanto mercader de esperanzas hay, también puede abrir nuevos caminos, señalar
cosas que antes no se habían visto.
Piccio realmente cree que la dieta sí podría influenciar de
alguna manera la EM, pero:
Todo lo que tenemos ahora son anécdotas. El hecho es que la
dieta podría ayudar con los síntomas de la EM, pero los estudios no se han
realizado.
Piccio y otros colegas se han propuesto comenzar a cubrir la
brecha de la investigación básica a la aplicada. Para eso están diseñando un
ensayo clínico que evaluará el efecto del ayuno intermitente en algunos
marcadores de esclerosis múltiple.
El ensayo, que pretende incluir entre 40 y 60 pacientes con
esclerosis múltiple remitente-recurrente, tendrá una duración de 12 semanas.
En ese tiempo un grupo de pacientes seguirá con su dieta
normal durante toda la semana, mientras otro grupo seguirá alimentándose sin
modificaciones durante 5 días, y los otros dos días, limitará su dieta a 500
calorías provenientes de verduras.
¿Por qué el ayuno en la esclerosis
múltiple?
Esencialmente porque el ayuno es una de formas que tenemos
de influir sobre la microbiota intestinal y esta, a su vez, influye en la
actividad del sistema inmunitario.
Recordemos que la esclerosis múltiple es una enfermedad
autoinmune, en la cual el sistema inmunitario termina por agredir a las propias
células del organismo.
Evitar que el sistema inmunitario desarrolle una actividad
inflamatoria dañina es la meta de la mayoría de los fármacos que hay
actualmente en el mercado.
¿Podría el ayuno añadir un extra en este sentido? Según lo
observado en animales de experimentación, puede ser.
Según explican en un comunicado de prensa de la Washington
University School of Medicine en St. Louis, un estudio previo publicado en la
revista Cell Metabolism realizado en roedores mostró que el ayuno intermitente
mejoraba el curso de la EM en los animales.
Además, los ratones sometidos a ayuno (se alimentaban en
días alternos) tenían menos células pro-inflamatorias dañinas y más células
antiinflamatorias.
Cuando analizaron la microbiota de los ratones, observaron
que los que ayunaron tenían una microbiota más diversa y abundaban bacterias
consideradas beneficiosas para las personas con esclerosis múltiple.
Para hacer estos resultados más interesantes aún, los
investigadores hicieron un trasplante fecal de los ratones sometidos a ayuno a
los que no.
El trasplante de heces es una vía para modificar la
composición de la microbiota. Los investigadores observaron que los receptores
del trasplante fecal también experimentaron mejorías en los síntomas de EM, lo
que sugería que al menos parte de los cambios se debía a la acción de este
sistema.
Ya desde este mismo estudio los investigadores comenzaron a
explorar el efecto de reducir la ingesta energética en pacientes con EM.
El primer ensayo piloto: sin mejorías
clínicas, pero con cambios bioquímicos interesantes
Después de observar todo lo anterior en animales, los
científicos quisieron hacer un primer acercamiento al efecto del ayuno en
personas con EM.
Reclutaron a un grupo de 16 pacientes que estaban
experimentando un brote. Se dividieron en dos grupos; uno de ellos realizó
ayuno intermitente por un total de aproximadamente 6 días durante dos semanas.
Se observó que desde el punto de vista sintomático no había
diferencias entre los dos grupos, pero en el grupo que ayunó sí se detectaron
cambios en las células del sistema inmunitario semejantes a los observados en
los ratones.
Con estos antecedentes los investigadores creen que sobran las
razones para seguir explorando el efecto del ayuno en la esclerosis múltiple.
¿Qué esperan encontrar?
Piccio tiene otra idea clara:
No creo que ningún médico que trabaje con esta enfermedad
piense que se puede curar la EM solo con dieta.
Sin embargo:
Podríamos usarlo como complemento de los tratamientos
actuales para ayudar a las personas a sentirse mejor.
En el ensayo que están planificando su meta es evaluar si el
ayuno provoca cambios a nivel biológico semejantes a los que se observan en los
ratones.
Si también se llega a generar beneficios clínicos en los
enfermos, pues eso ya sería excelente.
La modificación de la composición de la microbiota mediante
otras estrategias, por ejemplo, un cambio significativo en la dieta, ha llevado
a mejorías clínicas en pacientes, tal como se pudo saber gracias a un estudio
realizado en Italia.
¿El polémico ayuno también será una “ayuda extra”? Cuando
surjan respuestas, aquí seguiremos para informarte.
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