El estudio identifica una serie de
signos y síntomas que se presentan ya cinco años antes de la aparición de las
primeras manifestaciones clínicas características de la esclerosis múltiple.
La esclerosis múltiple es una enfermedad neurodegenerativa
que padecen cerca de 47.000 españoles y hasta 2,3 millones de personas en todo
el mundo, en su gran mayoría mujeres. Una patología englobada en las
denominadas ‘enfermedades autoinmunes’, en la que las células del sistema
inmunitario atacan por error al propio organismo.
Concretamente, la esclerosis
múltiple está causada por la destrucción por las células inmunes de la capa de
mielina que rodea y protege a las neuronas, lo que imposibilita una transmisión
adecuada de los impulsos nerviosos. Y una vez se inicia esta ‘desmielinización’
neuronal, ya no se puede detener, menos aún revertir. Sin embargo, ya hay
tratamientos capaces de ‘frenarla’, por lo que el diagnóstico precoz resulta
fundamental para poder minimizar el daño neuronal. Y aún sería mejor si se
encontrara la manera de ‘predecir’ la aparición de la enfermedad. Y ahora,
investigadores de la Universidad de la Columbia Británica en Vancouver (Canadá)
parecen haber identificado los signos y síntomas definitivos que alertan, cinco
años de que se presenten las primeras manifestaciones clínicas, del futuro
desarrollo de esclerosis múltiple.
Como explica Helen Tremlett, directora de esta investigación
publicada en la revisa «Multiple Sclerosis Journal», «la existencia de ‘signos
de alerta’ está bien aceptada en otras enfermedades neurodegenerativas como el
alzhéimer o el párkinson. Sin embargo, los estudios para buscar un patrón
similar en los pacientes con esclerosis múltiple han sido ciertamente escasos».
Cinco años antes
El diagnóstico de la esclerosis múltiple supone un reto para
los médicos. No en vano, muchos de los síntomas de la enfermedad, caso de la
debilidad muscular, los problemas de visión, la afectación del equilibrio y la
coordinación o el daño cognitivo, son igualmente comunes en otras muchas
patologías.
Así que para establecer el diagnóstico se requiere el empleo de
pruebas de imagen por resonancia magnética, de un análisis de los impulsos
nerviosos o de un examen del líquido cefalorraquídeo. Sea como fuere, el
diagnóstico confirmará que la enfermedad ya ha aparecido. Pero, ¿no hay ninguna
manera de anticipar la llegada de la esclerosis múltiple? Pues este ha sido el
objetivo de este nuevo estudio desarrollado en Canadá, el país del mundo con
mayor tasa de afectados por la esclerosis múltiple –por razones completamente
desconocidas.
En la investigación, los autores analizaron los historiales
médicos de 14.000 pacientes diagnosticados de esclerosis múltiple en distintas
provincias canadienses –Columbia Británica, Saskatchewan, Manitoba y Nueva
Escocia– entre los años 1984 y 2014 y los compararon con los de 67.000 personas
sin la enfermedad.
En la investigación, los autores analizaron los historiales
médicos de 14.000 pacientes diagnosticados de esclerosis múltiple en distintas
provincias canadienses –Columbia Británica, Saskatchewan, Manitoba y Nueva
Escocia– entre los años 1984 y 2014 y los compararon con los de 67.000 personas
sin la enfermedad.
Los resultados mostraron que, cinco años antes de la
presentación de los primeros signos clínicos de la esclerosis múltiple, las
personas que acabarán desarrollando la enfermedad tienen un riesgo muy superior
de presentar distintas patologías. Es el caso, principalmente, de la fibromialgia,
tres veces más común en los futuros pacientes de esclerosis múltiple que en la
población general; del síndrome del intestino irritable, cerca de dos veces más
frecuente; de las migrañas; y de los trastornos del estado del ánimo, caso de
la depresión, de la ansiedad y del trastorno bipolar.
En consecuencia, los futuros pacientes tienen una
probabilidad un 50% mayor que la población general de acudir a los servicios de
salud mental y hasta cuatro veces superior de necesitar tratamiento para
distintos trastornos del sistema nervioso –caso entre otros del dolor o de los
trastornos del sueño.
Como indican los autores, «las mayores tasas de todas estas
enfermedades también conllevan un mayor uso de fármacos para los trastornos
musculoesqueléticos, del sistema nervioso y de tracto genitourinario, así como
un mayor consumo de antidepresivos y antibióticos».
¿Pródromos en la EM?
En consecuencia, parece que el estudio ofrece una evidencia
definitiva de que la esclerosis múltiple viene precedida por síntomas tempranos
–los denominados ‘pródromos’– diferentes de las manifestaciones clínicas
‘clásicas’ de la enfermedad, caso de la visión borrosa y de la debilidad en las
extremidades. Unos resultados que contradicen los dogmas establecidos. De
hecho, los libros de Medicina publicados en torno al año 2000 aseguran, de
forma muy vehemente, que la esclerosis múltiple carece de estos pródromos. Pero
hay que seguir investigando, pues las cuestiones sin resolver en torno a la
enfermedad siguen siendo demasiado numerosas.
Como concluye Helen Tremlett, «tenemos que profundizar aún
más en este fenómeno, quizás recurriendo a la ‘minería de datos’. Queremos ver
si hay patrones discernibles relacionados con el sexo, la edad o el ‘tipo’ de
esclerosis múltiple que eventualmente desarrollarán los pacientes».
https://www.abc.es/salud/enfermedades/abci-sintomas-alertan-futura-esclerosis-multiple-201807161136_noticia.html
https://www.abc.es/salud/enfermedades/abci-sintomas-alertan-futura-esclerosis-multiple-201807161136_noticia.html
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